Madrid. Las crisis se deja sentir con toda su crueldad y las quiebras lo vienen a certificar. Lejos quedan los apenas mil concursos de acreedores a los que tuvieron que acogerse las empresas hasta 2008. Entre 2009 y 2010 han sido casi 10.000 las sociedades que, al no poder afrontar los pagos y las deudas, se han visto abocadas a esta situación. No obstante, en 2010, aunque los niveles se han mantenido muy altos, hasta situarse en 4.447, representan una disminución del 0,74% respecto a 2009, según la Estadística Mercantil 2010 realizada por el Colegio de Registradores de España.
Respecto al número de empresas constituidas, se recondujo la tendencia decreciente de los tres años anteriores, especialmente intensa en 2008 y 2009, de acuerdo con la actual situación económica, llegando a producirse un leve repunte del 1,56% sobre el ejercicio 2009, contrastando con las reducciones superiores al 20% de los dos años anteriores.
Una vez más se percibe la correlación entre las sociedades que se constituyen y los indicadores macro del ciclo económico en lo que se refiere a inversión. En el apartado del PIB correspondiente a Inversión en Bienes de Equipo, indicador estrechamente ligado a la actividad empresarial, los descensos de 2008 (-14,4%) y 2009 (-16,9%), muestran un cambio de tendencia claro, llegando incluso a repuntar un moderado 1,8%.
El primero de los indicadores presentados es el número de constituciones de sociedades mercantiles, que en 2010 rompe la tendencia de descenso comenzada en 2008, con un tímido repunte del 1,56%, marcando un aparente punto de inflexión que deberá ser confirmado durante 2011, aunque todavía nos movemos en las cifras más bajas de los últimos quince años.
Como ya es habitual, con relación a la importancia que se otorga habitualmente al plazo de constitución de las sociedades mercantiles en España y al posible obstáculo que ello pueda suponer a la constitución de más sociedades y, por tanto, de mayor actividad económica, se incluye un estudio de plazos internos y externos al Registro en función del trámite a realizar.
De la demora total en días, el 84% del tiempo de demora se produce hasta la llegada de la escritura de constitución al Registro Mercantil Provincial, es decir, por causas ajenas al funcionamiento del mismo. Por tramos los plazos serían: entre la certificación negativa de denominación otorgada por el Registro Mercantil Central y la escritura de constitución: 29 días (telemáticas) y 27 días (ventanilla); entre la escritura de constitución y la presentación al Registro Mercantil Provincial: 3 días (telemáticas) y 20 días (ventanilla); entre la presentación al Registro Mercantil Provincial y la calificación por éste: 6 días (telemática) y 8 días (ventanilla).
Si a los datos anteriores se le añade que el número de Sociedades Limitadas Nueva Empresa, las de creación ultrarrápida, constituidas en 2010 fueron 515, menos del 0,7% del total, con cifras anteriores similares desde su creación como tipo societario, se confirma de nuevo que la demanda de constituir sociedades ultrarrápidas no parece estar muy generalizada entre nuestros emprendedores.
Si atendemos a la forma societaria considerada en la constitución, como viene siendo tradicional, las Sociedades Limitadas mantienen su predominio absoluto, superando el 98% del total, mientras que las sociedades anónimas siguen disminuyendo paulatinamente su participación relativa, suponiendo en 2010 tan solo el 0,91% del total constituido, mientras que Otros Tipos de Sociedades se adjudica el 1% restante.
Merecen resaltarse como tipo especial de sociedad, las profesionales, cuyo número de constituciones disminuye en relación a los dos años anteriores, 1.264 en 2010, frente a 1.988 en 2009 y 3.034 en 2008, y parecen casi concluir el proceso de adaptación o transformación a partir de otras sociedades ya existentes, pasando de 9.162 adaptadas o transformadas en 2008, a 3.228 en 2009 y finalmente, 427 en 2.010.
Observando las constituciones por CC.AA., aumenta la diferencia existente en los últimos años entre Madrid y Cataluña, de aproximadamente un millar de sociedades desde 2008, a favor de la primera, hasta superar las 3.000 de diferencia en el año 2010 a favor también de la comunidad madrileña, mostrando una tendencia que comienza a ser estructural. El total de constituciones en la Comunidad de Madrid alcanza las 17.352, aumentando un 8% sobre el año anterior, en contraste con Cataluña, que alcanzó las 14.419, casi un 4% inferior a 2009. En tercer lugar se situaría Andalucía, con 12.556 sociedades, reduciéndose el 2,70% sobre el ejercicio anterior.
En relación a las sociedades declaradas unipersonales, la tendencia alcista desde 2002 se rompió en 2008, con un descenso del 10%, que continuó en 2009 con un descenso adicional más pronunciado, superior al 20% y se mantiene prácticamente invariable en 2010.
En cuanto a la estructura de los órganos de control societarios, durante 2010 la estructura del órgano de administración permanece prácticamente idéntica con respecto a anteriores ejercicios. En las sociedades anónimas sigue siendo el consejo de administración, con el 44% del total, seguido por el administrador único, 40%. En caso de tratarse de una sociedad limitada, es el administrador único el órgano de administración más habitual, 53% de los casos, seguido por los administradores solidarios, con un 23%.
Las extinciones continúan en 2010 la suave senda de descenso de 2009, reduciéndose un 2% sobre el año anterior, hasta alcanzar las 20.708, todavía en la línea de máximos históricos. Por Comunidades Autónomas, se mantienen en cabeza, como es habitual, Cataluña (5.160 extinciones), la Comunidad de Madrid (3.506) y Andalucía (2.510), representando entre las tres comunidades más de la mitad del total de extinciones inscritas en España.
Ampliaciones de capital
Comenzando con los indicadores de capitalización, las ampliaciones de capital en 2010, de acuerdo a la tendencia de los dos años anteriores, se reducen de nuevo en cuanto a su número, -6,44%, pero se incrementan de forma muy significativa en cuanto a su capital suscrito, especialmente en las sociedades anónimas, que pasan de un aumento medio por operación de 3,8 millones de euros en 2009 a 5,3 millones en 2010 (aumento del 40%).
Las limitadas siguen la misma tendencia, reduciendo su número, -6,14%, pero incrementando de media su capital desde los 691.000 euros en 2009 a los 750.000 en 2010, es decir, el 8,54%. En términos absolutos los aumentos de capital han sido 34.758 frente a las 37.071 de 2009, totalizando 42.000 millones de euros en 2010 frente a los 37.430 millones de 2009. Como viene siendo habitual en ejercicios anteriores, pese a suponer poco más del 10% del total de las operaciones, las sociedades anónimas acumularon en 2010 casi el 45% del total de capital aumentado en todas las ampliaciones realizadas durante el año.
El siguiente de los indicadores es el de las reducciones de capital, que aumentan en 2010 de forma moderada, el 2,17% con relación a 2009, 5.879 vs. 5.754. En lo relativo al importe del capital reducido los cambios son bastante más pronunciados, aumentando el volumen de capital reducido el 18% con relación a 2009, dejando ver todaví
a la intensidad de la actual crisis económica.
Las emisiones de obligaciones inscritas, realizadas fundamentalmente por las sociedades anónimas, como instrumento para conseguir financiación, después de la abrupta disminución de 2008, cuando pasaron de 180 a 62 operaciones, volvieron a repuntar en 2009 hasta las 69 operaciones y continúan haciéndolo este año hasta alcanzar las 84, cifras aún lejanas de las de 2007, último año del ciclo alcista de nuestra economía. En cuanto al volumen de capital requerido, se aprecia un moderado incremento en 2010, del 9,6% sobre el año anterior.
Relativo a las operaciones corporativas de cambios estructurales, en las fusiones se mantiene el absoluto predominio tradicional de las que lo son por absorción (1.724 frente a 25 por unión) aumentando casi el 9% sobre la cifra de 2009. Las escisiones totales se mantienen prácticamente inalteradas sobre 2009, pasando de 150 a 149 y las parciales aumentan de 259 en 2009 a 286 en 2010.
En relación al depósito de cuentas se puede deducir que, después de la disminución producida en 2009, el número de depósitos de cuentas ha vuelto a la senda de crecimiento, repuntando en 2010 un 8,39% sobre el ejercicio anterior y volviendo a cifras similares a las de 2007. En cifras absolutas, se presentaron 1.169.123 depósitos individuales frente a los 1.078.588 de 2009 y 3.340 consolidados, frente a los 2.943 del año anterior.
Los depósitos digitales siguen aumentando de nuevo su proporción en el total presentado, llegando en 2010 al 72%. Dentro de éstos, el depósito telemático (a través de Internet con firma electrónica) continúa su línea de crecimiento, más de 406.000 depósitos de cuentas en 2010, el 35% del total presentado, y supera por primera vez a la presentación en papel, que ha disminuido hasta el 28% del total.