Madrid. Por primera vez en medio siglo, un documento oficial, publicado el pasado martes, revela las intenciones del Partido Comunista de Cuba de liberalizar el mercado inmobiliario en la isla, prohibido desde el triunfo de la Revolución liderada por Fidel Castro. Durante todo este tiempo lo único que se ha permitido es la permuta, de forma que los propietarios puedan intercambiar sus viviendas, práctica en la que, en ocasiones, suele cerrarse con dinero de por medio.
De forma literal, lo que se propone en el referido documento es que “aplicar fórmulas flexibles para la permuta, compra, venta y arriendo de viviendas, para facilitar la solución de las demandas habitacionales de la población”.
No obstante, el texto advierte de que “no se permitirá la concentración de la propiedad en personas jurídicas o naturales”. “No es nada del otro mundo, el Estado sabe que se vende, se compra y se hace de todo y ese dinero se les está yendo. Es un negocio que no han controlado desde hace años”, señalan algunos agentes inmobiliarios ilegales.
Los agentes inmobiliarios señalan van más allá. “Si abren el negocio inmobiliario habrá que ver a quién se lo van a dar. Aquí hay corredores que llevan treinta años en esto. La gente nos busca. Lo mejor sería que nos dieran licencias para operar sin problemas”. El Estado sabe que algunos ciudadanos se están lucrando “y no quiere que el dinero se les siga yendo de las manos”. “Ahora los abogados no podrán cobrar los altos precios que cobran”, afirman los agentes. “Si legalizan la compraventa tendremos que bajar los precios”, señalan algunos agentes que ahora cobran 100 dólares por conectar a personas interesadas.
Oficialmente, la medida va en el camino de cubrir el déficit de viviendas existentes en Cuba. De medio millón ya en 2008, cuando los ciclones arrasaron la isla, que dejaron en condiciones precarios a otras 600.000 personas. Cifras oficiales indican que más del 40 por ciento de las viviendas que existen en Cuba están en mal estado. Los planes del Estado de construir unas 100.000 viviendas anuales a partir del 2005 se incumplieron debido a la escasez de recursos económicos y de mano de obra, así como al robo generalizado de materiales.