Intervención de la ministra de Fomento, Ana Pastor, durante la firma del acuerdo para el Proyecto Haramein Railway (Proyecto de tren de Alta Velocidad tramo Meca-Medina), el pasado sábado, 14 de enero.
«Autoridades
Representantes del consorcio empresarial
Señoras y señores
Quiero empezar estas breves palabras manifestando que es un honor para mí estar hoy aquí en Riad, representando al Gobierno de España junto con el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en el acto en el que se acaba de firmar el contrato del AVE que va a unir las ciudades de Medina y La Meca, y cuyo concurso ha ganado un consorcio empresarial español público-privado, con participación de empresas saudíes.
Expreso, asimismo, mi agradecimiento a su Alteza Real, Príncipe Abdul Aziz bin Mishaal, y al Gobierno de Arabia Saudí, aquí representado por su Ministro de Finanzas y por su Ministro de Transportes, y también al presidente de la Organización Saudí de Ferrocarriles, por haber confiado en empresas españolas para llevar a cabo este gran proyecto; en definitiva, por haber confiado en España.
Muchas gracias por el recibimiento que nos han hecho y muchas gracias por todas las atenciones que nos están dispensando desde que hemos llegado a su país.
Además de ser un honor, también me llena de orgullo asistir a esta firma como ministra competente en materia ferroviaria, y del que dependen las tres empresas públicas españolas que forman parte del consorcio: Renfe, Adif e Ineco.
He de decir que se encuentra aquí una excelente representación de lo mejor de nuestra industria ferroviaria, desde las empresas de ingeniería, pasando por el gestor de infraestructuras español (Adif), las empresas de construcción y montaje de vía, de señalización y protección del tren, de suministro eléctrico, de telecomunicaciones, hasta el operador nacional de viajeros Renfe, entre otras.
Doce empresas españolas que, junto con nuestros socios saudíes, aportarán -no les quepa la menor duda- toda su experiencia tecnológica y profesional para hacer de esta futura línea un ejemplo a nivel mundial.
Por todo ello, quiero expresar mi cordial felicitación a las empresas que han constituido este consorcio ganador:
Talgo, la empresa líder del consorcio.
Las empresas españolas Copasa, OHL, Cobra, Dimetronic, Indra, Imathia, Inabensa y Consultrans.
La empresas saudíes Al-Shoula y Al Rosan.
Las empresas públicas Renfe, Adif e Ineco.
Les felicito a todas ellas por todo el trabajo, por ese intenso trabajo. Estoy segura que detrás de este proyecto hay una altísima cualificación profesional, pero, sobre todo, mucho esfuerzo y una generosa dedicación. Y también a todos los empleados públicos de España por su trabajo. Y, cómo no, a mis antecesores del equipo del Ministerio de Fomento.
Por tanto a todos ellos, a los que han trabajado en el proyecto les felicito. Y agradezco a los responsables del consorcio que hayan tenido la valentía de presentarse a este concurso.
Este consorcio para nosotros, para España, es un ejemplo de la excelente colaboración público- privada de nuestro sector empresarial y del Gobierno de España; línea en la que vamos a profundizar y en la que vamos a seguir trabajando, la proyección interna y externa, la proyección internacional de nuestras empresas es clave en momentos como el actual.
Apoyar a las empresas españolas, y especialmente a ustedes, a los que son punteos en innovación tecnológica es un reto para nosotros, pero, sobre todo, estamos defendiendo el interés general. Ayudar a que los bienes y servicios públicos se expandan al exterior.
El hecho de que un grupo empresarial español haya sido seleccionado es demostrar que España tiene una capacidad espectacular en ingeniería, en obra pública, en transporte ferroviario y terrestre.
Hay ya otros casos similares de colaboración del Reino de España en Turquía, en Brasil, en Catar, en Rusia, en Estados Unidos o la India.
Estamos ante un ambicioso proyecto tecnológico que arrancó en febrero de 2007 y que hoy culminamos con la rúbrica de este histórico acuerdo que, una vez más, acerca los destinos de los reinos hermanos de Arabia Saudí y España, cuyas relaciones no han cesado de reforzarse en los últimos años, como prueba la fraternal relación entre Su Majestad Abdala y el Rey de España.
El contrato que hoy se ha firmado va a suponer la construcción, puesta en marcha, operación y mantenimiento durante un plazo de doce años de una doble línea ferroviaria de alta velocidad entre las ciudades santas de La Meca y Medina. La magnitud del proyecto que hoy se inicia plantea un reto de gran envergadura para nosotros.
Los casi 450 kilómetros de vía doble electrificada darán un servicio eficiente y de calidad a los ciudadanos que realizan su viaje entre Medina, Jeddah y la Meca, cuyo número crece año tras año, así como a los visitantes y residentes de estas ciudades. Este servicio es clave en este proyecto, ya que se esperan más de 160.000 viajeros diarios en periodos punta de peregrinación, lo que convertirá esta línea en una de las de mayor tráfico del mundo.
El trazado contará con trenes equipados con la última tecnología de señalización y sistemas de comunicaciones, que podrán circular a velocidades de 320 km/hora, que permitirá que el tiempo de viaje entre La Meca y Medina se realice en menos de 2 horas y 30 minutos, para una demanda potencial de más de 60 millones de viajeros anuales, con demandas en hora punta de entre 11.000 y 13.000 viajeros a la hora.
Se construirá así uno de los ferrocarriles de alta velocidad más seguros del mundo, que incorpora las últimas innovaciones tecnológicas, que junto con los más modernos equipamientos, permitirán un servicio con la máxima calidad y fiabilidad.
Quiero destacar además que la línea planteará al consorcio hispano-saudí unos retos tecnológicos nada despreciables ante las condiciones climatológicas extremas y el efecto particular de la arena del desierto.
En España hemos realizado, desde el Ministerio de Fomento, una apuesta decidida durante muchos años por un transporte ferroviario de calidad, seguro y eficiente, como elemento base del sistema de transportes para el siglo XXI e imprescindible en un sistema de infraestructuras equilibrado y sostenible.
España es ya el primer país europeo, y el segundo del mundo, con más kilómetros de alta velocidad en servicio. La tecnología y experiencia comercial adquiridas durante estas últimas dos décadas avalan nuestra solvencia para llevar a buen puerto -mejor dicho a buena estación- esta misión titánica que se convertirá en todo un ejemplo de desarrollo de infraestructura de trasporte al servicio de los ciudadanos.
Por ese motivo, es para nosotros una gran satisfacción ver cómo el reino de Arabia Saudita ha apostado también de una forma decidida por el ferrocarril y, en el caso que nos ocupa, por la alta velocidad ferroviaria. E igualmente que haya apostado por la tecnología ferroviaria española para su primera línea de alta velocidad.
Reitero mi felicitación a todos lo
s participantes en el consorcio, a las empresas españolas y las saudíes y, en particular, agradezco la colaboración de los socios saudíes, Alshoula y Al Rosan, que han aportado su esfuerzo para que las negociaciones diesen los frutos deseados.
Especialmente quiero agradecer de nuevo a su Alteza el príncipe Abdulaziz Bin Mishal, sin cuya estimable colaboración y guía no hubiera sido posible este éxito. Y al Gobierno de Arabia Saudí por la confianza que han depositado en España al designar a este consorcio, y que estrecha nuestros lazos de amistad y confianza mutua.»
Como he dicho al inicio, nos enorgullece haber sido elegidos para hacer realidad un sueño que mejorará la calidad de vida y contribuirá a estrechar las distancias geográficas entre personas y culturas.»