Estados Unidos. Desde que hace cuatro años se produjera el desplome del mercado inmobiliario, los bancos estadounidenses han tenido que asumir la propiedad de tres millones de viviendas tras ejecutar los créditos hipotecarios a los clientes que no pudieron pagar las cuotas. En 2010 fueron más de un millón, un 14% más que en 2009.
Y la cosa podría haber ido a más si no se hubiese producido la disminución de trámites en el cuarto trimestre cuando surgió una controversia sobre los procedimientos usados por los bancos para llevar adelante los trámites de ejecución hipotecaria, según ha señalado James Saccacio, de RealtyTrac.
Pero es sólo cuestión de tiempo el que esas ejecuciones sean finalmente hechas efectivas. Los propietarios de casi tres millones de viviendas recibieron el pasado año notificación de mora en los pagos, remate o ejecución hipotecaria, y la cifra podría aumentar a su máximo este año, según estimaciones de un grupo que analiza el mercado inmobiliario.
“Alcanzaremos la cima de ejecuciones hipotecarias y probablemente la sima de los precios este año, y es lo que ha de ocurrir para que comience la recuperación del mercado”», dijo Rick Sharga, vicepresidente de Realty Trac en una entrevista para la agencia Bloomberg.
Durante el año pasado los compradores de 2,87 millones de propiedades se retrasaron más de dos meses en los pagos o recibieron notificación de remate o ejecución hipotecaria, lo que representa un incremento del 2% sobre el año anterior, y del 23% sobre 2008.
Desde el punto de vista del mercado, las ejecuciones hipotecarias siguen hundiendo los precios de las viviendas en EEUU mientras la tasa de desempleo se mantiene por encima del 9%, un año y medio desde que terminó la recesión económica más profunda y prolongada en casi ocho décadas. De acuerdo con el Índice Case Shiller, de Standard and Poor, que se refiere a los precios de la vivienda en 20 ciudades, éstos han caído un 33% desde la cima que alcanzaron en 2006.
Por su parte, Fannie Mae, agencia hipotecaria paraestatal, calcula que los valores de las propiedades inmobiliarias podrían subir un 0,6% este año, lo que supondría el primer incremento en cinco años.