La campaña de control e inspección de alquiler de trasteros, iniciada el pasado mes de febrero por el Ayuntamiento de Madrid, es la primera que se realiza en la ciudad. El objetivo es garantizar a los madrileños una información completa y correcta de la normativa de consumo establecida para estos casos, así como la defensa y protección de sus derechos como usuarios. Participan ocho inspectores que visitarán unos 20 establecimientos de la capital que ofrezcan servicios de alquiler de trasteros. La campaña la está llevando a cabo el Instituto Municipal de Consumo del Ayuntamiento de Madrid.
En las inspecciones se verifica que se cumpla la normativa de consumo que afecta a los alquileres de trasteros. Entre ellos, que el establecimiento disponga del documento acreditativo que le faculta para el ejercicio de su actividad. Otro dato importante es la adecuada exhibición al público de la relación de los servicios ofertados junto con el precio total de cada uno de ellos.
En cuanto a la información al consumidor, los inspectores examinan que la publicidad y leyendas exhibidas sean reales, así como la detección de los casos que inducen a error y/o no respetan los derechos del consumidor.
Los inspectores exigen que las hojas de reclamaciones estén a disposición del público y si el establecimiento da a conocer su existencia mediante un cartel ajustado al modelo oficial, de modo permanente y visible al público, así como la admisión para el pago de las tarjetas tal y como estén anunciadas.
En esta campaña se están estudiando las condiciones generales de los contratos. Es decir, se comprueba en el contrato si han incluido cláusulas abusivas para los clientes. Hay también un control de si se entrega o no las facturas o recibos por los pagos efectuados y que en estos queden incorporados todos los datos exigidos legalmente.