Madrid. Contratar un apartamento de vacaciones tiene indudables ventajas. Sale más barato, no sólo el alojamiento, sino que estar en una casa o apartamento permite “ahorrar” y recortar la cuenta de gastos, es posible invitar a amigos o familiares a alojarse con nosotros, siempre que no se supere la ocupación prevista, y se está como en casa.
Pero a veces se producen problemas. El principal motivo por el que los consumidores se quejan o tramitan reclamaciones sobre apartamentos alquilados es la falta de correspondencia entre el inmueble descrito y la realidad, la ubicación inexacta, el mobiliario y electrodomésticos en mal estado y la falta de higiene.
Pero puede hacer otros conflictos. Para tener en cuenta algunas cuestiones, antes de firmar el contrato, en el momento de entrega de las llaves y si se producen problemas durante la estancia, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha establecido algunas pautas y recomendaciones a seguir.
Como la falta de correspondencia entre la realidad y lo esperado es la fuente de muchos problemas, la clave está en cerciorarse antes de nada de que la vivienda se ajusta a lo prometido. Lo ideal es visitar antes el apartamento que quieres alquilar. Si no es posible visitar la vivienda o apartamento, que indudablemente es lo más aconsejable, pide al arrendador o a la agencia un dossier fotográfico en el que aparezcan las principales estancias, accesos y vistas, así como los servicios complementarios con los que cuenta: piscina o jardín, por ejemplo. También se debe comprobar la distancia real de la vivienda con los puntos de interés, tales como playas, restaurantes o centro histórico, y asegurarse del estado de conservación del mobiliario y electrodomésticos.
Una vez tomada la decisión de alquilar, no está de más negociar con el propietario o la inmobiliaria el precio y las condiciones. Si se llega a un acuerdo, firmar siempre un contrato, no sin antes revisarlo y leerlo detenidamente.
Si, como suele ser normal, el propietario o la agencia inmobiliaria pidan una señal para garantizar la reserva del piso en las fechas acordadas, entre el 20% y el 30% del pecio acordado, esa suma será descontada del total a pagar por la estancia. Para ello, es importante hacer constar en el contrato el importe de la señal.
En alquileres de una o dos quincenas no siempre se exige una fianza para hacer frente a posibles daños que pudieran causar los inquilinos en la vivienda, pero a veces sí se hace. Si te piden fianza, pide que se detalle claramente el concepto y las condiciones de su aplicación, también se prevea su devolución.
Es habitual que en el contrato de alquiler se indique que se entrega el apartamento en perfecto estado de uso y mobiliario. A veces también se entrega un inventario en el que se detallan los muebles y enseres con los que el piso está equipado, así como el estado en que se encuentran.
No firmes el contrato ni el inventario antes de comprobarlo: si no formulas ninguna objeción, con tu firma estarás dando tu conformidad a lo que consta en ese inventario. Nuestro consejo es que, una vez en la casa, verifiques que lo que se indica en la lista está efectivamente en la vivienda, y compruebes el estado en el que se encuentra. En ese momento sí puedes firmar el inventario haciendo constar las deficiencias encontradas, si es que hay alguna, o dando tu conformidad. Tómate tu tiempo para hacerlo y evitarás problemas al finalizar la estancia. Una vez de acuerdo, el inquilino tendrá que pagar lo pactado por el alquiler descontando la señal entregada, y el arrendador le entregará las llaves del apartamento.