Tras dos años de idas y venidas y de múltiples reuniones con los responsables autonómicos, en los que se ha mareado mucho la perdiz a la hora de concretar la cesión de pisos sociales por parte del banco malo para cubrir necesidades de familias sin recursos, el presidente de Sareb, Jaime Echegoyen, ha podido comprobar de primera mano -como, por otra parte, era previsible- que las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau, respectivamente, no se andan por las ramas en este asunto. Quieren que se tomen decisiones y lo más rápido posible para hacer frente a las necesidades sociales existentes en las dos principales ciudades españolas.
Carmena planteaba a Echegoyen la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para aprovechar algunas de las viviendas vacías que Sareb tiene en la capital española, de cara a acoger temporalmente a personas en situaciones de emergencia, como ocurre con familias desahuciadas.
Por su parte, Ada Colau -más metida en el tema tras ser una de las impulsoras de la Plataforma de Afectados por la Hipotecas (PAH), planteaba llegar al mismo acuerdo, pero ponía fecha. Lograrlo antes de que acabase el verano, a finales de septiembre.
Echegoyen, en su reunión con la primer edil de la Ciudad Condal, supo de primera mano que hay una lista de espera de personas apuntadas en registros de vivienda supera las 30.000 personas, y cada día que pasa, los pisos vacíos son activos que se devalúan y se degradan. Datos que avalan la petición de Colau de la urgencia que se requiere.
Por ello, la alcaldesa ha hecho saber al presidente de la Sareb, Jaime Echegoyen, la urgencia de llegar a un acuerdo antes del verano con la sociedad para destinar los pisos que tiene vacíos en Barcelona en alquiler social.
El Ayuntamiento de Barcelona calcula, a partir de un informe realizado en el mes de enero de 2015, que la Sareb tiene en Barcelona 644 viviendas. En 325 de estas viviendas no se encuentra empadronada ninguna persona.
El consistorio pide a la Sareb que el convenio de cesión de pisos se establezca por un periodo de tiempo suficientemente largo (de entre 5 y 10 años) como para que la inversión que deba realizar el Ayuntamiento para rehabilitarlos resulte rentable. También plantea, como alternativa, la adquisición de estas viviendas a precios bajos, por debajo del precio de mercado.
La alcaldesa también planteaba la necesidad de encontrar una solución para el problema concreto del edificio de la calle de Hostafrancs de Sió, 1-3. En este caso, el Ayuntamiento ha conseguido el compromiso de la Sareb de colaborar con el consistorio para encontrar una solución para las familias que viven en este, como sería garantizar que tendrán un piso de realojo.