Madrid. Es lo que tiene ser acreedor de todas las inmobiliarias, que al final, de una u otra forma, como no te van pagar las deudas financieras en efectivo te tienes que quedar con los activos. En esas está la Sareb.
Al término de cada uno de los concursos de acreedores no le va quedar otra que quedarse con miles de activos no contabilizados en el plan de negocio elaborado por el banco malo con el asesoramiento de la consultora KPMG.
Como máximo acreedor de empresas en concurso como Renta Corporación o Reyal Urbis, y de otras muchas pequeñas compañías de las que no se da cuenta a la opinión pública, deberá esperar a ver cómo se sustancia su eventual convenio de acreedores con el consiguiente plan de pagos.
Planes que, como está ocurriendo con la mayoría de las inmobiliarias concursadas, resultan imposibles de llevarse a cabo. Ante esa imposibilidad no cabe otra que acabar cobrando la deuda con los activos.
La inmobiliaria Habitat, presidida por Bruno Figueras, evidencia esta situación. Los plazos fijados para pagar no se están cumpliendo, y, con la supervisión de KPMG –la consultora está en todos los sitios, cobrando en un mismo concurso de deudores y acreedores– ha planteado a sus acreedores pagar las deudas con lo que queda de suelo en propiedad. La casi totalidad de los acreedores está de acuerdo con el reparto de los lotes fijados y solo falta que el juez no ponga impedimento alguno y dé el visto bueno al canje.
Habitat superó el concurso de acreedores en abril de 2010 presentando dos alternativas de pago. La primera opción suponía pagar el 80% de la deuda con una quita del 20%. La mitad se abonaba en ocho años y el 30% restante se convertía en préstamo participativo. La segunda vía pasaba por pagar en cinco años, pero con una quita del 70%. Y ninguna resulta viable.
Cuando Habitat se declaró en quiebra a finales de 2008 La Caixa era el principal acreedor con más de 232 millones de euros, seguido muy de cerca por la antigua Caja Madrid, con 218 millones de pasivo.
La ahora Bankia no fue la única entidad nacionalizada que traspasó estos préstamos de Habitat a Sareb. También están los 87 millones en créditos transferidos por CatalunyaCaixa. De esta manera, fueron unos 300 los millones en préstamos de Habitat que llegaron al balance del banco malo a finales de del pasado mes de diciembre.