El Gobierno de la Generalitat de Cataluña, presidido por Artur Mas, también ha decidido meter mano a las entidades financieras y a los promotores inmobiliarios con el tema de los pisos vacíos. No los piensa expropiar de manera temporal, pero sus propietarios sí tendrán que pagar una tasa por ellos. Cuanto más tengan, más pagarán.
Es “inadmisible” que haya familias desahuciadas y que exista un parque de viviendas vacías entre nuevas y de segunda mano, que puede alcanzar las 350.000 o las 400.000. Se ha hecho en Francia y en cuatro años se redujo en un 40% el parque de vivienda vacías, cuantifica el consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Santi Vila, en el momento de anunciar que se gravará a los bancos y a las inmobiliarias que tengan pisos vacíos nuevos en los municipios donde haya demanda.
La medida viene determinada por el acuerdo de legislatura entre CiU y ERC, donde se recogía la posibilidad de “estudiar la aplicación de medidas impositivas o medidas de otra índole para incentivar la entrada en el mercado de alquiler de las viviendas desocupadas propiedad de sociedades mercantiles”.
Los principales objetivos del nuevo impuesto son incentivar a los propietarios y titulare de viviendas vacías para que las destinen al alquiler, y penalizar la desocupación injustificada, sobre todo cuando se trata de grandes tenedores de viviendas que no se utilizan y que incumplen su función social. Es una medida de estímulo, entienden, que también pretende contribuir a reducir los precios en el mercado.
La Generalitat tiene localizados unos 70 municipios donde existe una demanda acreditada de pisos y, en cambio, se acumulan las viviendas vacías; la idea del gobierno catalán es gravar allí los pisos desocupados de personas jurídicas, pero bonificarles luego esa cantidad si los ponen en alquiler.
La tasa a las viviendas vacías será proporcional al número de pisos que tengan desocupados, y ha dejado claro que este impuesto no afectará a particulares.
La Generalitat, junto con el Colegio de Registradores, ha elaborado un mapa sobre oferta y demanda de viviendas en el que se concluye que habrá poblaciones, como Barcelona, en las que habrá necesidad de nueva oferta muy pronto, mientras que en otras poblaciones existe un excedente de vivienda difícil de colocar.
La Agencia Catalana de la Vivienda ha contabilizado un parque de vivienda nuevas vacías que alcanza la cifra de 80.000. El parque total, en el que se incluye los pisos antiguos vacíos, puede alcanzar las 400.000 unidades.