Madrid. El ajuste interminable de los precios de la vivienda no acaba de realizarse, y no lo hace porque todas las variables que llevarían a dar por concluido el ajuste no acaban de confluir adecuadamente.
Entre esas variables, una importante, la permanente reticencia de las entidades financieras siguen cada vez más remisas a conceder préstamos hipotecarios ante las expectativas de aumento del desempleo y porque esas mismas entidades andan como locas esperando a que los precios de traspaso al banco malo arrojen algo de luz a un mercado inmobiliario plagado de claroscuros. Y cuando lo hacen, casi en exclusiva con sus propios inmuebles, es a un coste del crédito tan elevado que muchos clientes no pueden afrontar.
En medio de este panorama, ahí están las sucursales bancarias reconvertidas en improvisadas agencias inmobiliarias y los portales de las entidades financieras con cada vez más productos disponibles. Y todos, sucursales y portales, con unas variaciones permanentes de precios que, en ocasiones, llevan al cliente a albergar dudas razonables sobre lo que cuesta o no una vivienda por la que pudiera estar interesado.
Hoy tienen un precio y al cabo de unas semanas tiene otro, más rebajado, y unos días después, tras finalizar el periodo de validez de la campaña, vuelven a costar lo mismo que antes del descuento puntual aplicado.
Se ha visto en alguna que otra promoción, como en una de Bankia Habitat, en Benidorm, donde pisos de dos y tres dormitorios, rebajados a 85.200 y 131.500, respectivamente, vuelven a costar 141.948 y 216.744 euros. Y, rizando el rizo, precios diferentes para una vivienda similar en la misma promoción cuando la entidad bancaria se ha quedado con una de las fases y la otra sigue en manos de la inmobiliaria que acometió la promoción.
Y si a estas prácticas le añadimos los continuos cambios en la fiscalización en la compra de vivienda, para qué queremos más. Hasta el próximo 1 de enero de 2013 no entra en vigor la aplicación del tipo de IVA reducido al 10%, desde el 4% superreducido que se aplicará hasta entonces, y ya en Bruselas andan dándole vueltas a la posibilidad de eliminar ese tipo reducido por la compra de la vivienda para aplicar el general del 21%.
Con todo, las ofertas están ahí y las rebajas también, sobre todo en el litoral. Como muestra, las 9.600 viviendas vendidas el pasado agosto entre Andalucía y la Comunidad Valenciana, el 35% del total de las compraventas registradas en España durante ese mes.