Hace apenas unas décadas, ¿Quién se hubiera creído que toda nuestra vida, nuestras fotos, información, tarjetas de crédito, mapas y relaciones estarían en un «aparato» de 15 centímetros? Estos cambios en el estilo de vida se asimilan cada vez en menos tiempo debido a la velocidad a la que se avanza la tecnología, que no mira hacia atrás. Esto también se aplica a nuestro refugio, nuestro hogar, que evoluciona a través de esta ciencia para hacer la vida más fácil. El claro ejemplo es CyberHut, la vivienda de la nueva era, diseñada y construida para afrontar los retos de las generaciones futuras, basándose en sus investigaciones de vida en hábitats extremos como Marte.
Con esa premisa, ¿Cómo debe evolucionar la vivienda para acomodarse a las necesidades de quienes la habitan? La sociedad, especialmente los jóvenes, se enfrentan a un nuevo paradigma más difuso e incierto, en donde la flexibilidad y la incertidumbre difuminan la idea de planes a largo plazo, pero en el que se valora más el presente, tiempo, la salud y el cuidado del medio ambiente para asegurarse, precisamente, un futuro. Así, modulable y personalizable, CyberHut nace bajo la idea de que la persona es el centro y esta se construye en torno a ella, respondiendo con la tecnología a los retos de las nuevas generaciones y un estilo de vida que no es sostenible.
Tecnología para ser más sostenibles
Uno de los retos que afronta la humanidad es ser más sostenibles, donde no valdrá con dar un paso más, sino avanzar a zancadas. Una de las ideas que se han puesto sobre la mesa es el autoabastecimiento y reducir la huella de carbono al mínimo. CyberHut es el claro ejemplo de vivienda autónoma, capaz de generar su propia energía y almacenarla, de producir alimentos y reciclar y almacenar el agua. Para ello, utiliza placas solares de alto rendimiento y almacenaje para su uso sin necesidad de conexión; se sirve de un sistema que capta el agua pluvial y de la humedad relativa que gestiona el ciclo integral del agua mediante tres redes de aguas blancas, negras y grises, reutilizando el agua de ducha y lavabos para regadío; o de sistemas de cultivos hidropónicos para comer lo que producimos.
Siguiendo esta línea, la vivienda de la nueva era se construye con materiales no contaminantes, duraderos, reutilizables, reciclables y reparables, empleando criterios de economía circular. De hecho, se utiliza plástico reciclado a través de impresoras 3D.
Tecnología para ser más sanos
Asimismo, cada vez se prioriza más la salud y el bienestar sobre otros aspectos, especialmente los jóvenes. Si ya existen aplicaciones y gadgets que monitorizan estados de salud y los optimizan, esto también puede aplicarse al propio hogar. La vivienda de la nueva era cuenta con un sistema de medicina y telemedicina que monitoriza las constantes vitales y aplica diferentes tecnologías, como un tratamiento de choque mediante ozono, sistemas de desionización del ambiente, de purificación del aire con presión positiva y filtros HEPA. De este modo, CyberHut busca alargar la vida a través de la monitorización de las constantes vitales y de la definición de una estrategia de salud a largo plazo.
Tecnología para ser más flexibles
Las nuevas generaciones no piensan en planes a largo plazo y han madurado con la libertad de movimiento, bien por su espíritu libre o por la búsqueda de oportunidades. Esto deberá estar presente en el lugar que ocupen. Así, utilizando los avances tecnológicos, CyberHut se presenta como una vivienda totalmente flexible, ideada para personalizarse a las necesidades de cada ocupante, no solo en la disposición de su facilidades y estética, también en cualquier momento o actividad. Por eso, este espacio de 50 metros cuadrados es capaz de mutar y computar como uno de 200, y quien lo habite podrá elegir diversas funcionalidades, como la instalación de una estación gamer, gimnasio o bar.
Dentro de esta flexibilidad, CyberHyt plantea el pago por uso para facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda, así como la posibilidad de cambiar su ubicación en cualquier momento, permitiéndoles disfrutar de este hogar sin permanencia o de estar anclado en un punto fijo.