Madrid. Menos devolver la crema dentífrica a su envase, casi todo lo demás será posible. “Mobiliario domótico: el hábitat del futuro”. Así se ha denominado una exposición en cuyo seno sus promotores han presentado, en el Parque Tecnológico de Paterna, la primera demostración en España de una vivienda donde todo el mobiliario es capaz de identificar a cada uno de sus moradores y adaptar la disposición de sus elementos en función y de sus hábitos y costumbres. El espacio autónomo ha sido desarrollado por Inmomática para el Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidima).
Se trata de una vivienda capaz identificar a cada uno de sus moradores y adaptar la disposición de sus elementos en función de sus hábitos y costumbres, proponer platos en relación a los alimentos disponibles, avisar de su caducidad, o regular el consumo de agua y su temperatura dependiendo del uso y su usuario.
Son algunas de las propuestas de domótica integrada que Inmomática ha hecho para las cuatro compañías valencianas del sector del mueble, Kendo, Koo Internacional, Modelcuin y Royo Group, “empresas tractor” de un sector que avanza inevitablemente hacia la innovación, según Manuel Boronat, subdirector de Aidima.
El proyecto de mobiliario domótico, subvencionado por el Instituto para la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (IMPIVA) y cofinanciado por el Fondo Europeo de desarrollo Regional (FEDER), comenzará su comercialización a partir del próximo mes de septiembre y su distribución para dentro de un año. “Es toda una experiencia de las emociones”, comenta Alfredo Villalba, director del Inmomática, socio tecnológico del Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidima).
En este proyecto, el sofá, un elemento de mobiliario, hasta ahora un simple accesorio para sentarse o tumbarse, se convierte en el mecanismo que controla el funcionamiento de toda la casa. “Queremos democratizar los muebles tecnológicos y crear varios mercados, adaptados para todos los bolsillos”, señala Villalba.
«Hoy quiero darme una ducha tropical o en cascada», sopesa al levantarse el habitante de un hogar digital. Una ducha domótica con una cabina con luces, aromas, temperaturas y masajes diferentes convierte un simple acto de higiene cotidiana en una experiencia lúdica. Lavarse los dientes, afeitarse o peinarse es un hábito que, en un entorno de muebles conectados, puede -si se quiere- memorizarse en el perfil de una tableta digital. Desde el espejo multimedia del baño ojea el tráfico que habrá hacia el trabajo, la temperatura exterior e interior, las previsiones meteorológicas y cómo está su jardín esta mañana. Para desayunar, fotografía con el móvil y escanea el envase del producto que se va a tomar. La cocina del futuro -la que ya está aquí- le anticipa lo que queda en su «despensa tecnológica», la compatibilidad con su dieta y la caducidad de los alimentos a combinar, por ejemplo. Antes de ir a trabajar, un diván reproduce la música favorita, con un sonido especial que se escucha en todas partes. Un sofá con tapicería dotada de sensores inteligentes y motorizado -que da entrada tecnológica a todos los aparatos universales del hogar (ordenador, USB, móvil)- se transforma así en «un mueble inteligente que da acceso a toda la oferta tecnológica de una casa sin cables y sin obras», explica Alejandro Villalba, director del Inmomática, el socio tecnológico del Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidima).
Aidima presentó ayer en el Parque Tecnológico de Paterna la primera demostración en España de una vivienda donde todo el mobiliario es capaz de identificar a cada uno de sus moradores y adaptar la disposición de sus elementos en función y de sus hábitos y costumbres. Proponer platos en relación con los alimentos disponibles, regular el consumo de agua y temperatura o proponer niveles de seguridad para niños, adultos o personas con alguna discapacidad.
«El sofá es la isla tecnológica de la vivienda», apunta. Un sofisticado mecanismo que combina domótica, electrónica e informática se esconde en este objeto cotidiano que controla el funcionamiento de toda la casa. Cuatro empresas valencianas -Kendo, Koo International, Modelcuin y Royo Group- se han convertido, según Manuel Boronat, el subdirector de Aidima, en las «empresas tractoras» de un sector que avanza inevitablemente hacia la innovación.
«En Bang @ Olfsen acaban de lanzar un sofá con sus dispositivos de audio integrados. Esto va más allá, queremos democratizar los muebles tecnológicos y crear varios mercados, adaptados para todos los bolsillos». La realidad está aquí. Los prototipos de todo el mobiliario que requiere una vivienda tecnológica son reales y se espera que se comercialicen en septiembre y se distribuyan antes de final de año. «Es toda una experiencia de las emociones», concluye Villalba. Lo único que no puede volver a entrar, en esta casa digital, es la pasta de dientes en el tubo.