Madrid. Todo el mundo se tira de los pelos tras las recientes subidas de la luz y del gas natural, pero habrá que hacer algo para, desde los propios hogares, hacer más eficiente el consumo, ya que el 40% del consumo energético mundial se estima que es por cuenta de la luz eléctrica, la calefacción, el aire acondicionado y otras cargas conectadas a los edificios.
Un dato que debe animar por sí mismo a buscar fórmulas que fomenten la eficiencia energética, ya que supone el 21% de las emisiones a la atmósfera que provocan el efecto invernadero. Además, la gestión y el control de los consumos, genera beneficio inmediato para ciudadanos y empresas: los edificios más eficientes suponen un ahorro de hasta un 30% en los consumos eléctricos. En esa línea de actuación se enmarca la actividad de Unitronics.
Tona Torres, su BDM Connected Building, explica cómo las empresas y las administraciones públicas pueden ahorrar en su factura de la luz ayudándose de las soluciones tecnológicas. Hasta ahora, los constructores han abordado los nuevos edificios en base a criterios como el uso de materiales más eficientes en la edificación, la incorporación de energías renovables, el aprovechamiento energético del entorno natural, o la elección de sistemas de climatización e iluminación que generen un menor consumo.
Ahora, comienza a incluirse en la planificación de las nuevas construcciones eficientes un nuevo elemento, la tecnología, que hasta ahora estaba presente a través de las redes IP pero de la que no se ha explotado todo su potencial en este campo. Y es que a través las redes de comunicación no sólo se transmiten la voz y los datos, sino que son perfectamente capaces de gestionar y controlar las automatizaciones de un edificio, en local y en remoto.
La integración de automatización y redes IP, a través de plataformas de gestión energética, regulan numerosas variables de los sistemas de iluminación y climatización proporcionando informes detallados de incidencias y consumos. Esto reduce de forma importante la intensidad energética y ayuda al cumplimiento de la normativa con una visión a largo plazo que beneficia a empresarios e inquilinos.
La comprensión de que la tecnología es parte constitutiva de los edificios permitirá, en un futuro cercano, generar un importante valor añadido en las construcciones, ayudará a redefinir el sector inmobiliario y contribuirá, además, a que el futuro de las ciudades sea más sostenible y amigable.
En el ámbito del alumbrado público también hay mucho donde ahorrar. Entre el 60 y el 70% del consumo total de electricidad en los municipios es por cuenta de las luminarias. El reciente Reglamento de Eficiencia Energética en Instalaciones de Alumbrado Exterior ya dispone medidas relativas a eficiencia energética en las nuevas construcciones ya hace menos de un mes, una nueva directiva europea ha aprobado 146 millones de euros que irán destinados a financiar medidas entre las que tomas protagonismo la co-generación el vehículo eléctrico y el alumbrado público.
La principal mejora, y más rentable, que se está implementado en el alumbrado público es la sustitución de luminarias antiguas por luminarias de bajo consumo y que, además incluyen sistemas de gestión remota centralizada. La tecnología de control aplicada a las redes de alumbrado público permite a los ayuntamientos ahorrar hasta un 60% en su factura eléctrica, reducir en un 30% los costes derivados del mantenimiento y mejorar la seguridad vial y la calidad de vida de los ciudadanos.