Madrid. Hoy he tenido la oportunidad de escuchar las sabias palabras de José Manuel González Páramo, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, en un desayuno de trabajo organizado por Tinsa, iniciativa muy útil para nuestro sector pues el nivel alcanzado hoy ha sido muy elevado.
Lo primero que ha salido de sus labios es que la burbuja inmobiliaria no ha sido la causa, si no la inevitable consecuencia de la crisis global y con diferente fuerza dependiendo de cada país. Esto es algo que creo que todos pensábamos pero que pocos decíamos porque sonaba a la excusa del condenado antes de oír la condena. ¡Yo no he sido!
Otro de los mensajes que han calado es que una política de tipos bajos ha favorecido la discrecionalidad del crédito y, además, la aparición de cada vez más sofisticados instrumentos de inversión globalizados que han provocado que se invirtiera de manera indiscriminada en activos cuyo subyacente, soporte, no estaba claro. Es decir, se invertía en chismes financieros que no se entendían pero que prometían altas plusvalías. Lo peor de ello, es que muchas veces la inversión era financiada.
Por último y antes de llegar a una conclusión, ha dicho algo muy fácil de entender, con una tasa de desempleo del 21% es imposible reactivar nada, por lo que todas las políticas deben ir guiadas a luchar contra el paro, pues si la gente trabaja, se recaudan más impuestos y se reduce el déficit, se consume más y aumenta la producción de las empresas que hace que suba el PIB, es decir, la cadena que todos conocemos.
Después de escuchar esto de alguien tan influyente piensas, ‘claro, tiene razón, si mi empresa tuviera más ventas, se podría pensar en nuevos proyectos y se crearía empleo, que incrementaría el consumo y la recaudación y …’ pero para poder cumplir este deseo nos falta lo más importante, que financien a mi comprador, si no hay financiación no hay creación de empleo y le cerramos una puerta muy importante a la reactivación.
Una vez más llego a la misma conclusión, como todos, y según me ha parecido entender al ilustre ponente, como él. Si no conseguimos que el crédito vuelva a llegar a las familias y a las empresas, seguiremos indefinidamente así. Parece claro que hay que tomar medidas dirigidas a favorecer la financiación y cualquier medida de las entidades reguladoras en este sentido favorecerán claramente la salida de la situación actual y cuanto más tarde se tomen, más drásticas deberán ser, por lo que urge que se haga.
Lo que parece claro, como ha dicho hoy varias veces el Sr. González Páramo, si continuamos reaccionando por detrás de la curva, las decisiones deberán ser más traumáticas que si se reacciona por delante de ella, lo que sí es verdad es que queramos o no, la solución pasa por el mismo sitio, la apertura de la financiación a las familias y empresas.
Rafael Bueno, Socio Delegado de la Zona Centro. Proinlasa.