El paisajismo no es solo una cuestión estética, sino una disciplina que combina arte, funcionalidad y valor patrimonial.
Según un estudio de la American Society of Landscape Architects (ASLA), los espacios ajardinados pueden reducir el estrés en un 25% y aumentar la sensación de bienestar.
Para muchos compradores, puede ser el factor decisivo para adquirir una propiedad, sobre todo en el mercado de alto nivel, donde cada detalle cuenta.
Según los expertos en mercado inmobiliario, un buen diseño de jardín o terraza puede agregar a la propiedad hasta un 20% de valor. El estudio FERNANDO POZUELO Unique Landscapes presenta las tendencias clave de la jardinería de lujo. Con más de dos décadas de experiencia y el enfoque innovador del paisajismo humanista, el estudio continúa creando espacios donde la naturaleza y el arte se funden en una simbiosis perfecta.
El paisajismo humanista va más allá de la estética, fusionando arte, funcionalidad y valor patrimonial. En los jardines de lujo, esta visión transforma los espacios en inversiones en bienestar y cultura. La clave es la personalización, adaptando cada espacio exterior al estilo de vida de los propietarios, creando así una obra única. «Nuestro objetivo es que cada cliente sienta que es una extensión de su esencia, un refugio donde la belleza y la funcionalidad se encuentran para ofrecer una experiencia inolvidable. Cada proyecto es un reflejo del alma de quien lo habita», explica Fernando Pozuelo. En este sentido, destaca unos principios esenciales para su diseño.
Sintonizar con el cliente: diseñar con el alma
El primer paso en la creación de un paisaje exclusivo es comprender profundamente al cliente: sus gustos, sus aficiones y su visión del espacio. «Para algunos, el jardín debe transmitir orden y armonía, mientras que otros buscan un entorno sorprendente y fuera de lo común», señala Pozuelo. En ciertos casos, el diseñador se encuentra con mecenas del arte o coleccionistas que buscan justo lo contrario al control: «Nos ha sucedido que algunos clientes nos dan total libertad creativa para ser sorprendidos, permitiéndonos explorar conceptos artísticos sin restricciones.»
Funcionalidad: más allá de la belleza, un impacto en la calidad de vida
Un espacio exterior bien diseñado no solo debe ser bello, sino que debe mejorar la calidad de vida de sus propietarios. Según un estudio de la American Society of Landscape Architects (ASLA), estos espacios pueden reducir el estrés en un 25% y aumentar la sensación de bienestar. «Un jardín funcional ofrece espacios diseñados para el descanso, el deporte, la convivencia y la desconexión del mundo exterior», afirma Pozuelo. Desde zonas de chill-out y cocinas al aire libre hasta áreas de meditación y circuitos deportivos u otros específicos para niños, áreas juveniles para que los menores puedan hacer ocio sin salir de su casa o urbanización, casas de invitados, pod spaces, oficinas verdes al aire libre, la versatilidad es la clave. En el estudio se han trabajado entornos que integran desde pistas de pádel o golf hasta áreas diseñadas para el teletrabajo y las reuniones profesionales, convirtiéndose en un activo clave para empresarios y fundaciones.
Inversión inmobiliaria: el paisajismo, un revalorizador del patrimonio
Los entornos naturales no solo embellecen una propiedad, sino que aumentan su valor. Según los expertos, los inmuebles con paisajes de diseño pueden incrementar su precio hasta en un 20%. «Nuestros proyectos ayudan a transformar una propiedad en una inversión segura y rentable a largo plazo. Un activo dudoso se convierte en una inversión certera que crece en valor con el tiempo», comenta Pozuelo. Para muchos compradores, puede ser el factor decisivo para adquirir una propiedad, sobre todo en el mercado de alto nivel, donde cada detalle cuenta.
Adecuación con el entorno: integración y armonía
Un jardín de lujo debe dialogar con su entorno. Ya sea en una urbanización exclusiva, en un club náutico o en la sede de una empresa, la adecuación paisajística es clave para reforzar la identidad del espacio. Debe integrarse con la arquitectura, pero también con el ambiente que lo rodea. Un diseño bien ejecutado genera una transición armónica entre lo construido y lo natural.
Además, la conexión con la naturaleza tiene beneficios comprobados. Estudios en neurociencia han demostrado que vivir en un entorno ajardinado reduce el trastorno por déficit de naturaleza, un problema creciente en las grandes ciudades. «Quienes viven rodeados de vegetación experimentan menos ansiedad y mejoran su concentración. Lo mismo ocurre en los espacios de trabajo y en hoteles, donde un buen diseño mejora la experiencia de clientes y trabajadores».
Exclusividad: la personalización como esencia del lujo
En este sector, la exclusividad es un valor innegociable. Cada paisaje debe ser único e irrepetible, reflejando una identidad propia. Para Fernando Pozuelo, «la exclusividad no es solo una cuestión estética, sino un concepto emocional. Nuestros clientes buscan espacios que transmitan sensaciones únicas, que sean inconfundibles», afirma Pozuelo. Para lograrlo, el estudio recurre a elementos diferenciadores como esculturas, pérgolas personalizadas, fuentes y piezas de orfebrería artesanal, creando experiencias sensoriales exclusivas. «El jardín se convierte en una obra de arte viva, donde convergen la literatura, la pintura, la música y la arquitectura, generando un entorno de disfrute incomparable.»
La concepción escultórica del espacio: la naturaleza como expresión artística
Uno de los aspectos más innovadores es la concepción escultórica y volumétrica del espacio. Además de las propias esculturas y obras de arte que este contiene, cada jardín, en sí mismo, es una composición artística donde el juego de volúmenes, texturas y materiales genera una experiencia tridimensional. Desde elementos arquitectónicos como gazebos y cenadores hasta el uso de vegetación con estructura escultórica, cada detalle está pensado para crear impacto visual y armonía. «El diseño no es solo cuestión de plantas y flores. Se trata de esculpir un espacio que evoque emociones y cree un ambiente único, donde cada día sea más bello que el anterior.»