El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado un ambicioso proyecto de protección del litoral con la aportación de 48.000 m³ de arena recuperada de dos obras estratégicas en la ciudad. Esta actuación busca fortalecer las playas de San Sebastián, Llevant y la Mar Bella, áreas clave para el ocio y la sostenibilidad urbana, que enfrentan constantes pérdidas de sedimentos debido a temporales marítimos.
La recuperación y reutilización de arena forma parte de una estrategia de resiliencia climática alineada con los objetivos del Plan Clima del Ayuntamiento, que aspira a una ciudad más sostenible y neutra en carbono para 2030. La operación, coordinada por el Puerto de Barcelona y la empresa municipal BSM, subraya el compromiso de Barcelona con la gestión sostenible de sus recursos y la preservación de su litoral como espacio público.
La mayor aportación proviene de la obra del aparcamiento BSM Ciutadella del Conocimiento, donde se han recuperado 40.000 m³ de arena de alta calidad durante el proceso de excavación. Esta arena, originada en depósitos sedimentarios del período cuaternario, será trasladada a la playa de San Sebastián.
El Puerto de Barcelona, en colaboración con el Ayuntamiento, ha desempeñado un papel crucial en esta iniciativa. En 2023, el Puerto prolongó el espigón de San Sebastián con una inversión de 6,3 millones de euros para estabilizar la playa. Ahora, la proximidad entre el solar de la obra y la playa, apenas dos kilómetros, permitirá un transporte eficiente y con menor impacto ambiental.
El proyecto también prevé la afectación temporal del paseo y el carril bici durante los trabajos, que se extenderán por aproximadamente dos meses. Estas medidas refuerzan la capacidad de la playa para resistir temporales marítimos, un desafío recurrente que pone en riesgo tanto las infraestructuras costeras como el mobiliario urbano y las canalizaciones.
La segunda actuación, desarrollada en el marco de la construcción de la nueva central de frío de Districlima en el Bogatell, permitirá la recuperación de 8.000 m³ de arena. Este recurso se destinará a la playa de Llevant, una de las más afectadas por la erosión, y a la duna de la Mar Bella, un área crítica para la estabilidad del litoral barcelonés.
Las redes de frío y calor que Districlima impulsa no solo representan una innovación en sostenibilidad energética, sino que también ofrecen oportunidades para la gestión eficiente de recursos locales. La arena recuperada se trasladará y distribuirá estratégicamente, reforzando las zonas más vulnerables del litoral.
Estas intervenciones no solo aseguran la funcionalidad de las playas, utilizadas por más de 5 millones de personas al año, sino que también contribuyen a la conservación de un espacio esencial para el bienestar de la ciudad. Además, refuerzan el compromiso de Barcelona con la sostenibilidad y la gestión climática, consolidando su posición como líder en iniciativas urbanas resilientes.
Con estas actuaciones, Barcelona avanza hacia una gestión más integrada de su litoral, combinando innovación, sostenibilidad y planificación estratégica en beneficio de sus ciudadanos y el medio ambiente.