La demanda de compradores de la segunda potencia económica mundial ha aumentado a raíz de la ley de emprendedores, aunque más lentamente de lo que preveían los expertos. Según nos comenta B.Fan, del Grupo Inmobiliario Alting, el mayor reto en las operaciones con ciudadanos chinos son el idioma y la cultura.
Son clientes exigentes en el trato y las formas, cuidan mucho el detalle y valoran el servicio por encima del precio y el producto. Demandan profesionales inmobiliarios que realicen una gestión rigurosa y transparente, así como que tengan la capacidad de ofrecer una solución global en el servicio: asesoramiento inmobiliario, productos para adquisición, servicio de interiorismo y decoración, y posterior servicio de alquiler y gestión del patrimonio.
Los inmuebles más demandados son pisos/apartamentos de 2/3 dormitorios en capitales, costa o montaña por un valor de 500.000 euros, preferiblemente de obra nueva o singulares y que sean atractivos para el mercado de alquiler.
Con la Ley de Emprendedores se ofrece a los ciudadanos extranjeros que inviertan en inmuebles de importes superiores de 500.000 euros, la tarjeta de residencia en España y un acceso al mercado de la U.E.
La recesión económica y el crecimiento económico chino con un tipo de cambio muy asequible fomentan una desviación del patrimonio, de las fortunas de la segunda potencia económica mundial, a España. Aunque mayoritariamente esta demanda no busca la residencia permanente, el clima, la gastronomía y el ocio español son atractivos suficientes para hacerles pasar largas temporadas, especialmente en periodos vacacionales y en la jubilación.
ALTING Grupo Inmobiliario ha cerrado tres operaciones con ciudadanos chinos en su promoción de obra nueva de Aribau-Augusta Residencial en la Zona Alta de Barcelona. Con la colaboración de B. Fan nacido en china y residente en España desde hace 10 años, conocen perfectamente lo que necesitan sus compatriotas: Confianza.