Si vienen en avión tardan poco más de media hora en llegar a Alicante y media hora si lo hacen en transbordador desde Orán. Es la razón por la que el flujo de argelinos a la Comunidad Valenciana, y especialmente a la capital alicantina, resulta incesante.
De los 64.000 argelinos empadronados en España, casi 22.000 residen en la Comunidad Valenciana, un 34% del total. Porcentualmente, en los últimos 10 años, la presencia de estos magrebíes en la Comunidad ha crecido un 17% más que en el resto del país. Las tres provincias se dividen desigualmente a este colectivo: 7.123 viven en Valencia; 2.774, en Castellón; y 11.845 en Alicante.
La bajada de precios de la vivienda está sirviendo de incentivo para que muchos profesionales de clase media del país magrebí aprovechen la oportunidad de adquirir vivienda tanto en la capital como en los municipios de la provincia alicantina.
El Sabadell lleva tiempo detectando este fenómeno. No en vano si de oferta residencial se habla, Solvia, su filial inmobiliaria, la tiene y a manos llenas tras quedarse con la vasta cartera de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
Y la decisión de la entidad presidida por José Oliú de ubicar la sede de su filial inmobiliaria en Alicante deja bien sentado el peso específico que esta provincia tiene en su estrategia de vender cuanto antes el ingente stock inmobiliaria que acumula.
El perfil mayoritario del argelino que adquiere una vivienda en la Costa Blanca es el de un profesional cualificado que quiere mejorar el 'status' suyo y el de su familia y, a futuro, buscar seguridad ante una eventual inestabilidad en el Magreb o en su propio país. El precio medio de las casas que adquieren es de 45.000 euros, sobre todo en la ciudad de Alicante, aunque no exclusivamente.
Compran las casas en barrios del extrarradio a precios que nada tienen que ver con los apartamentos turísticos nuevos o de segunda mano de zonas playeras como San Juan, El Campello, Benidorm, Calpe, Torrevieja, Santa Pola, Orihuela o Guardamar.
Por eso no extraña que la mitad de compraventas del pasado año se produjera en la capital, que, junto a Elche, es el destino preferido por los argelinos para vivir en verano o cualquier época del año.
Las inmobiliarias locales llevan ya dos o tres años detectando este fenómeno, el de que los argelinos se están convirtiendo en los principales compradores de inmuebles procedentes, en muchos casos, de las numerosas ejecuciones hipotecarias u operaciones de daciones en pago que se están produciendo.