Madrid. En el nuevo barrio de Los Ahijones, uno de los comprendidos en la Estrategia del Sureste de Madrid que se quedó paralizado al desencadenarse la crisis y estallar la burbuja inmobiliaria, van a llegar antes las oficinas que los pisos. A la chita callando, la Junta de Compensación del ámbito ha logrado que el Pleno del Ayuntamiento diera luz verde definitiva al estudio de detalle presentado para levantar sobre cuatro parcelas otros tantos rascacielos de 30 plantas, con una edificabilidad conjunta superior a los 163.350 metros cuadrados.
La iniciativa se ha tomado, no con la idea de abordar el proyecto de manera inmediata –de hecho resultaría difícil hacerlo con las obras de urbanización apenas desarrolladas en un 5%–, sino para ir dando pasos en la tramitación del planeamiento que son obligatorios. En este caso, para ordenar volúmenes o establecer la situación de las rasantes.
Tal y como recoge el plan parcial de Los Ahijones, “será preceptiva la redacción de estudios de detalle cuando se pretendan modificar las determinaciones sobre posición y volumen edificatorio, sobre la línea exterior de movimiento de la edificación o introducir viario privado”. El estudio de detalle marca altura y número de plantas. Si las servidumbres del aeropuerto de Barajas lo permiten, podrían contar estos rascacielos de uso terciario con un margen de entre 25 y 30 plantas.
El estudio tramitado por la Junta de Compensación, presidida por Luis Ulpiano Iglesias, es el primer paso dado tras el acuerdo alcanzado hace ahora un año entre el Ayuntamiento y los responsables de las juntas de los barrios del sureste para acometer estos grandes desarrollos por fases, ante la imposibilidad de hacer de una vez por falta de recursos económicos.
Dado el estado actual de las obras de urbanización, la complejidad del ámbito y las dificultades financieras, resulta incalculable el tiempo que puede transcurrir antes de que se pueda edificar, con lo que, incluso la actual normativa, podría incluso verse modificada.