El diseño de espacios laborales está evolucionando hacia un modelo más humano, saludable y sostenible. En el contexto del Día Mundial del Medio Ambiente, la consultora Arup destaca el auge del diseño biofílico como respuesta a los retos del bienestar y el cambio climático. Incorporar vegetación, luz natural y materiales naturales no solo reduce el estrés, sino que puede mejorar la productividad hasta un 15 %, según estudios internacionales. Esta estrategia se aplica tanto en nuevas construcciones como en rehabilitaciones, y se alinea con certificaciones como WELL o LEED que reconocen su impacto positivo en salud y sostenibilidad.
Más allá de la estética, estas oficinas verdes actúan como sistemas de resiliencia urbana, mitigando el efecto isla de calor, reduciendo el consumo energético y mejorando la calidad del aire interior. Su implantación genera beneficios tangibles: atrae talento, mejora la salud mental y refuerza la cultura organizacional. Iniciativas como el informe “Edificios y Salud” del Green Building Council España refuerzan la necesidad de integrar la naturaleza en el entorno construido como herramienta estratégica para el futuro del trabajo.
¿Qué es el diseño biofílico aplicado a oficinas?
Es un enfoque que incorpora elementos naturales —plantas, luz, vistas al exterior, materiales orgánicos— para mejorar la salud y el bienestar laboral.
¿Puede cualquier edificio aplicar este tipo de diseño?
Sí. Es adaptable tanto a obra nueva como a rehabilitación, con beneficios medibles en salud mental, confort y ahorro energético.
La oficina del futuro será verde o no será. Apostar por la biofilia es invertir en bienestar, resiliencia y productividad.
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El espacio de trabajo del futuro ya no se define únicamente por su funcionalidad o estética. Hoy, el bienestar de las personas, el compromiso ambiental y la eficiencia operativa marcan una nueva hoja de ruta para arquitectos, promotores y empresas. En este contexto, Arup, firma global de desarrollo sostenible, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, destaca el diseño biofílico como una de las tendencias clave que está revolucionando los entornos laborales en España y a nivel internacional.
Este enfoque, que promueve la conexión directa con la naturaleza mediante luz natural, vistas a zonas ajardinadas, vegetación y biomateriales, no solo responde a una creciente demanda de salud y bienestar en los espacios de trabajo, sino que además ofrece beneficios medibles: un estudio de la Universidad de Cardiff demuestra que puede incrementar la productividad en un 15%, reducir el absentismo y mejorar la salud mental de los trabajadores.
Personas en el centro de cada espacio
El diseño biofílico permite repensar los espacios desde una lógica más humana y resiliente. Jardines verticales, techos verdes, patios interiores, materiales naturales o grandes ventanales no solo transforman el ambiente físico, sino también la experiencia emocional de quienes lo habitan. Estos elementos crean “islas verdes” en entornos urbanos, que mitigan el efecto isla de calor, mejoran la calidad del aire interior y reducen la necesidad de climatización artificial.
Este tipo de diseño se puede aplicar tanto en nuevas construcciones como en rehabilitaciones integrales, desde sedes corporativas hasta instalaciones públicas, centros educativos o edificios administrativos y sanitarios. Es un modelo escalable y flexible, que sitúa el bienestar de las personas y la sostenibilidad ambiental como ejes de transformación del entorno construido.
“Apostar por el diseño biofílico en los espacios de trabajo no solo representa una innovación arquitectónica, sino también una ventaja estratégica para las empresas. Además, este enfoque facilita la obtención de certificaciones internacionales en calidad, sostenibilidad y bienestar, como WELL o LEED, que reconocen el esfuerzo por integrar criterios de salud, inclusión y equidad en el entorno laboral.
Las oficinas biofílicas tienen el potencial de transformar la cultura organizacional y mejorar significativamente la experiencia diaria de quienes las habitan, reduciendo el estrés laboral y mejorando la salud física y mental”, explica Juan Cortés, responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático de Arup en España.
Una tendencia alineada con los grandes retos urbanos
Además, esta visión está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas de descarbonización del sector inmobiliario. Según datos de la Agencia Internacional de la Energía, los edificios representan casi el 40% del consumo energético en Europa. Diseños biofílicos bien implementados permiten reducir esta huella de forma significativa, combinando rendimiento ambiental y valor de mercado con adaptación al cambio climático.
En definitiva, la emergencia climática y los retos de las ciudades actuales exigen soluciones holísticas. La integración de la naturaleza en el diseño urbano y arquitectónico se ha convertido en una palanca poderosa para reducir emisiones, regenerar biodiversidad y promover la resiliencia ecológica, social y energética de los edificios.