El Ayuntamiento de Bilbao sigue con su apuesta de defender el entorno urbano con criterios de sostenibilidad, y, tras, restringir la implantación de establecimientos comerciales en el Casco Viejo, se propone ahora ampliar la medida a la zona del Ensanche, para lograr una mejor convivencia de estos usos con el carácter residencial.
El Ayuntamiento de la capital vizcaína inicia así a la tramitación de la modificación del planeamiento urbanístico en el ámbito de la Ordenanza 7 del Ensanche del Plan General, tras analizar la evolución experimentada en el entorno socio-urbanístico en los últimos años, que ha supuesto una importante transformación de la utilización del espacio público.
De acuerdo con el análisis de la evolución de la hostelería y el comercio realizado por Bilbao Ekintza, en el periodo comprendido entre 2008 y 2015 los barrios de Indautxu (-0,2%) y Abando (-6,7%) experimentaron un descenso en su conjunto de los establecimientos de hostelería, en el caso de Abando, más acusado que en el conjunto de la ciudad.
Sin embargo, en algunas calles sí se produjo en el mismo periodo de tiempo una importante concentración y una excesiva polarización de los locales de hostelería, experimentándose incrementos que varían desde el 7% hasta el 38%.
Los casos más acusados, que registran un crecimiento superior al 10% fueron los de la Zona Ledesma-Albia-Diputación, el entorno Campuzano-Pozas, la confluencia Heros-Ajuriaguerra, la zona Alameda Mazarredo, el entorno de Villarías o el espacio delimitado por las calles Autonomía-Gordóniz
Al igual que se hizo en el Casco Viejo, se han delimitado zonas dentro de los barrios afectados por la modificación de la normativa en función de sus características, dejando de manifiesto qué tramos son de carácter eminentemente comercial, en cuáles pesa más el carácter residencial de las mismas o aquellas en las que prevalece la actividad hostelera.
De esta forma, se han concretado las densidades máximas en función de los ratios de número de establecimientos totales por cada 100 metros de calle y del porcentaje estimado adecuado para cada una de estas zonas y se han establecido distancias mínimas para los siguientes tipos de usos.
Por otra parte, la nueva regulación permitirá el traslado de bares y restaurantes de los tramos que han agotado su capacidad de acoger nuevos establecimientos -renunciando a la licencia – a otras zonas no densificadas, aun cuando incumplan las exigencias de distancia vigentes en estas últimas, para favorecer un mayor equilibrio de usos.