sábado, 28 junio 2025
Newsletter

Eroski ya no puede aguantar más con Caprabo

Pintan bastos en la Corporación Mondragón. Tras la más que probable liquidación de Fagor Electrodomésticos, su cabecera industrial, queda ahora por aclarar el futuro de Eroski, la cabecera del sector dedicado a la distribución.

Y aquí todo pasa por vender Caprabo, un auténtico quebradero de cabeza desde su compra en 2007 por 1.700 millones de euros, y que, desde entonces, junto al descenso del consumo, ha aglutinado el grueso de sus 2.500 millones de euros de deuda financiera.

Fue precisamente la refinanciación de deuda firmada a principios de 2013 –cuando finalmente Liberbank firmó el aplazamiento de pago, hasta 2017, que antes habían rubricado el resto de entidades acreedoras– la que obliga a Eroski a vender activos para cumplir con las nuevas exigencias.

Y, claro, Caprabo se ha puesto en el punto de mira. El problema es cuánto dinero se puede conseguir por esta red de distribución. Antes, de manera genérica y salvo circunstancias adicionales, la valoración de una red de supermercados como ésta se equiparaba, más o menos, por el alcance de su cifra de negocios.

Así, en 2012 Caprabo facturó algo más de 1.400 millones, que seguramente serán menos al finalizar el presente ejercicio. Pero el mercado no se cree que, en las circunstancias actuales, nadie vaya a pagar más de 1.300 millones por la cadena catalana. Incluso, algunos llevan a barajar un precio más cercano a los 1.000 millones.

Caprabo es la enseña subsidiaria de supermercados más importante de Eroski. En total dependen de la primera 356 supermercados. Es decir, el 24% de la red de tiendas de proximidad del grupo de distribución vasco son de Caprabo, repartidas en tres mercados: Cataluña, Madrid y Navarra.

Eroski tuvo que adelantar una segunda renegociación cuando en marzo de 2012 no pudo afrontar el pago de la deuda que vencía ese mes y atisbaba que tampoco podría abonar los vencimientos a corto plazo, de más de 415 millones hasta finales de 2013.

Mal que bien, hasta 2011 la desinversión en activos y el mantenimiento de la actividad comercial en unos niveles aceptables habían bastado para ir tirando y pagando las deudas –de hecho entre 2009 y 2012 se redujo en más de 1.000 millones–, pero hace un año la cosa comenzó a torcerse definitivamente. El consumo empezó a desplomarse y las ventas de los activos resultaban cada vez más complicada.

En 2011, por la venta de locales ingresó 37 millones, y un año ante fueron casi 240 los millones obtenidos por 35 inmuebles. En cambio, en 2012 Eroski ha echado el cierre a varios hipermercados, pero las circunstancias adversas derivadas de la atonía del consumo están retrayendo el interés por su compra.

- Advertisement -

Comparte las Noticias en tus Redes Sociales

Síguenos

- Publicidad -

CONTENIDOS DE PORTADA

- Publicidad -

CONTENIDOS RELACIONADOS

La deuda inmobiliaria europea gana atractivo pese a la volatilidad global

El mercado europeo de deuda inmobiliaria comercial ha iniciado 2025 con...

España perderá 2,6 millones de trabajadores en 25 años por el envejecimiento

Un nuevo estudio del centro Randstad Research alerta sobre el descenso...

La tecnología impulsa la recuperación y el crecimiento de las pymes españolas

Inversión, leasing y digitalización como motores de competitividadEn el marco del...