Madrid. ‘Pasan de la crisis, van cómo motos, saben que tienen un modelo que va solo y se dejan llevar’, son algunos de los comentarios que, con cierta sorpresa e incredulidad, han realizado representantes de los más importantes bancos y fondos de inversión tras escuchar las previsiones del Grupo Inditex, entre otras la de abrir medio centenar de tiendas en todo el mundo, con una inversión de 1.000 millones de euros.
Y los datos siguen respaldando esta percepción de los analistas. Es verdad que la facturación en España, lógicamente, ha bajado un poco en los últimos meses como consecuencia de la crisis, pero también que queda ampliamente equilibrada y superada con los ingresos procedentes del exterior, sobre todo de China.
Entre esas nuevas inversiones, una que estuvo a punto de no acometerse hace unos años cuando Pontegadea, el brazo inversor de Amancio Ortega –el fundador del Grupo– puso a la venta, dentro de su política de rotación de activos, el edificio emblemático de la calle Serrano, 23, que había llegado a la cartera en pago de deuda de un antiguo socio, la inmobiliaria Restaura.
Al final, la operación de venta del inmueble no se llevó a cabo. Y ahora el edificio está llamado a convertirse en uno de los principales ‘flagship store’ de Zara, su buque insignia comercial. El Ayuntamiento de Madrid acaba de aprobar el plan especial para reconvertir el edificio de seis plantas construido a finales del siglo XIX. Serán casi 3.000 metros cuadrados de superficie disponible, 400 de los cuales se dedicarán a un ‘showroom’ localizado en la sexta planta.
Inditex volverá a echar mano del estudio de arquitectura de la coruñesa Elsa Urquijo para remodelar el inmueble que albergará cuatro plantas con 2.400 metros cuadrados de superficie comercial.
Como también ocurrió con la tienda que Zara abrió en la Quinta Avenida de Nueva York, Inditex aprovechará la apertura de su próximo local de referencia para cerrar otro Zara próximo y convertirlo en un Massimo Dutti. Ese será el destino de la actual tienda de Zara en el número 46 de la exclusiva calle Serrano. Se busca así no concentrar los puntos de venta de su marca más conocida y aprovechar esos otros puntos de venta, más recoletos y de arquitectura más clásica para avanzar en la expansión de sus otras marcas.