Madrid. Lo de la ‘vuelta a la pobreza’ en Europa no lo ha dicho cualquiera, sino alguien que conoce perfectamente la última tendencia hacia la que se dirige el consumo, como es Jan Zijderveld, el consejero delegado de Unilever, la tercera mayor compañía mundial de productos de consumo, con marcas tan conocidas como Knorr, Lipton, Frigo, Rexona o Pond's. En España, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), con un gasto de las familias cada vez menor, lo vienen a certificar.
“Si un español únicamente gasta una media de 17 euros en cada compra, entonces no puedo venderle detergente por la mitad de su presupuesto”, por ello, estima el directivo de Unilever que hay que dar un giro estratégico para reactivar las ventas. ¿Cómo? Si la gente no tiene dinero para comprar grandes cantidades de un producto hay que ofrecerles ese mismo producto pero en un formato más pequeño. Se ha probado con éxito en países emergentes y es el camino hacia el que se dirigen buena parte de países europeos. España, entre ellos.
Y en este cambio de tendencia de los hábitos de consumo de los españoles como consecuencia de la crisis económica las grandes distribuidoras españolas andan este verano tratando de adaptarse.
Si uno observa con detenimiento en su barrio o en su entorno más próximo podrá comprobar cómo gigantes como El Corte Inglés o Carrefour han entrado de lleno en la adaptación a esta nueva situación.
Pongamos el ejemplo de Aravaca, un barrio periférico de Madrid, donde en apenas un kilómetro de distancia van a convivir dos nuevos ‘Opencor Express’ y un nuevo ‘Carrefour Express’, supermercados de proximidad que se unirán a los establecimientos ya asentados en la zona desde hace tiempo, tanto los de distribuidoras como Dia o Condis como otras pequeñas superficies de índole familiar.
En esa adaptación a economías de guerra, no cabe duda que Dia lleva ventaja. Es su terreno. Lleva en él desde siempre e, incluso ahora, en los últimos tiempos, ha visto aumentar notablemente la calidad de sus productos con un precio más que competitivo. Saber si los grandes como El Corte Inglés –en esa sustitución de los ruinosos ‘Opencor’ por ‘Supercor Express’ o Carrefour, se ponen a su altura será todo un dilema a resolver en los próximos meses.