Madrid. El próximo domingo 15 de julio todos los locales comerciales, grandes y pequeños, cuyos propietarios lo estimen oportuno podrán abrir en la Comunidad de Madrid. La entrada en vigor de la nueva Ley de Dinamización de la Actividad Comercial de la Comunidad de Madrid busca reactivar la economía regional con un aumento del empleo en el sector de la distribución. El Gobierno regional estima la creación de unos 20.000 empleos y el incremento del PIB regional en seis décimas.
Hasta ahora, solo algunos negocios podían permitirse en festivos, siempre que tuviesen una superficie de menos de 300 metros cuadrados, en el caso de las tiendas de conveniencia (los ‘Opencor’ entendámonos), o estuviesen emplazados en zonas de gran afluencia turística. El domingo será cada comerciante el que decida si abre o no su establecimiento, si lo hace medio día, el día entero. Todo es posible.
El gran objetivo que persigue la Comunidad de Madrid, como es el de generar empleo, parece que empieza a dar sus primeros frutos. La multinacional francesa de distribución Carrefour ya ha anunciado la necesaria cobertura de 1.500 los empleos, dos tercios directos y el resto de forma indirecta.
También Primark, la cadena irlandesa de tiendas de moda que pertenece al grupo Associated British Foods, ha asegurado que van a ampliar su formato de apertura al público para mejorar el servicio a sus clientes. Y también la multinacional del bricolaje Leroy Merlin ha decidido abrir los domingos y festivos las ocho tiendas que tiene en la Comunidad de Madrid. En este caso solo por las mañanas, de 10 a 15 horas, buscando con la medida la conciliación familiar de los empleados.
Además de los madrileños y de los millones de turistas que visitan la región, la liberalización de horarios comerciales busca también la atracción de clientes de otras comunidades fronteras, como Castilla-La Mancha o Castilla y León.
Como siempre será el cliente el que tenga la última palabra a la hora de evaluar el acierto o no de la medida, y determinará con su presencia si los cálculos de generación de empleo establecidos por el Gobierno regional eran acertados o, si por el contrario, la medida resultaba a todas luces innecesaria, la tesis que defienden las centrales sindicales.