Madrid. “Creemos que hemos tocado fondo”, ha comentado el vicepresidente ejecutivo de estrategia y desarrollo del grupo francés ADEO, Régis Degelke, propietario de las cadenas de bricolaje Leroy Merlin y AKI. Tras los malos resultados recogidos en 2009, el pasado ejercicio la compañía logró incrementar algo menos del 2% las ventas en España, gracias a la mejora de las tiendas y la atención al cliente, entre otros factores, a pesar de que el segmento donde opera es uno de los más difíciles por la relación directa que mantiene con el parón inmobiliario.
Mirando hacia el futuro más inmediato, Degelke confía en mantener la cifra de negocio en 2011, resultado con el que se sentiría satisfecho dadas las dificultades económicas que existen. En cualquier caso, el directivo de la multinacional gala defendió que el bricolaje puede ser una solución menos cara para mejorar el hogar. Determinados sectores profesionales, en su opinión, están “más tocados” porque resulta más caro ejecutar ciertos trabajos con mano de obra profesional que hacerlo uno mismo.
El directivo, que ha participado en el Congreso AECOC de Ferretería y Bricolaje, comentó que, frente a un 2010 marcado por la presión a la baja de los precios, el sector está pendiente este año de la evolución de las materias primas. “Si se produce una subida fuerte de los precios por parte de los proveedores, tendremos que ver lo que podemos hacer”, añadió.
Leroy Merlin estrenará próximamente la venta ‘online’ en el mercado español. “Una apuesta para el futuro”, en un plazo de entre diez y quince años. “Mañana no vamos a hacer el 10% de la cifra de ventas en Internet”, comentó Degelke, aunque “hay que prepararse” para una generación que dentro de unos años “comprará todo” por esta vía.