El Parque Natural de Doñana se hace más grande con 14.400 hectáreas adicionales y la declaración de Zona de Especial Conservación (ZEC) tanto a estos nuevos terrenos como a otros colindantes, bajo la denominación común de Doñana Norte y Oeste. adicio. a
La ampliación, que dota al Espacio Natural Doñana de una extensión total de 128.385,82 hectáreas, abarca dos grandes áreas. La primera está formada por terrenos forestales públicos de pinar y matorral en las zonas del Abalario, la cabecera del arroyo de la Rocina y el tramo occidental del parque natural, en los municipios onubenses de Almonte, Lucena del Puerto, Bonares y Moguer.
La segunda zona de ampliación del parque natural se corresponde con las antiguas parcelas agrícolas del Subsector II del Plan Almonte Marismas situadas al sur del arroyo de la Rocina, en el término municipal de Almonte, que fueron reforestadas tras el abandono de su uso. Los terrenos actúan como espacios de transición y amortiguación entre las áreas naturales y las dedicadas a la explotación agraria.
El enclave correspondiente a los montes públicos de la cuenca de la Rocina, junto con otros situados fuera del espacio natural en las provincias de Huelva y Sevilla, forma la nueva ZEC Doñana Norte y Oeste, de 30.005 hectáreas de superficie, cuya declaración también se ha aprobado. Con ella son ya 142 los espacios andaluces dotados de esta figura europea de protección de la Red Natura 2000, que incluye los hábitats de mayor valor ecológico a escala continental.
En cuanto a la planificación conjunta del Espacio Natural Doñana, los nuevos documentos aprobados son el Plan de Ordenación de Recursos Naturales y el Plan Rector de Uso y Gestión.
El primero, de vigencia indefinida, es el documento que distribuye y asigna los distintos aprovechamientos de acuerdo con la capacidad de los ecosistemas, especialmente en el Parque Natural, zona periférica donde se concentra la actividad económica.
El segundo establece con detalle las condiciones de los usos compatibles y determina las líneas estratégicas de actuación pública, con revisiones cada seis años. Por primera vez en España, un plan rector de uso y gestión integra al del parque natural que lo rodea.
Entre otras novedades, recogen la prohibición en todo el espacio de nuevas autorizaciones, permisos y concesiones de aprovechamiento, investigación y explotación de yacimientos minerales y demás recursos geológicos, salvo el salinero en el parque natural. De igual modo se prohíbe la acumulación y el enterramiento de materias primas, productos y residuos sólidos, líquidos y gaseosos.
Otro aspecto destacado es la inclusión de directrices de ordenación y criterios de gestión destinados a ser tenidos en cuenta en otros planes, programas y proyectos que tienen su ámbito de actuación fuera del Espacio Natural pero que pueden ser determinantes en la conservación de sus valores naturales. Es el caso de los relacionados con el estuario del Guadalquivir, la garantía de caudales ecológicos a la marisma o los que afectan al equilibrio del acuífero Almonte-Marismas.