El presidente de la Asociación Española de Desalación y Reutilización recuerda que se necesitan cerca de 85.000 millones de euros en inversiones en el sector del agua, según la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (SEOPAN)
Domingo Zarzo, presidente de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (AEDyR), ha defendido la necesidad de facilitar la inversión privada y fuentes de financiación innovadoras para impulsar proyectos de desalación y reutilización, durante su participación en el ‘Foro iAgua: Necesidades de inversión en el sector del agua’. Ideas en las que también abundó en el encuentro ‘2025: Retos del sector del tratamiento de agua’, organizado por aguasresiduales.info, donde destacó que la desalación y reutilización son soluciones estratégicas ante la escasez y se detuvo en los efectos del nuevo Real Decreto de Reutilización.
Para contextualizar sus intervenciones, el presidente de AEDyR recordó que el acceso al agua sigue siendo un reto global: 2.200 millones de personas carecen de un suministro seguro, mientras que 3.600 millones no tienen acceso a un saneamiento adecuado. Por ello, “en un contexto de cambio climático y crecimiento demográfico, es fundamental avanzar en soluciones que garanticen la seguridad hídrica”.
Sobre la situación de España, afirmó que se encuentra en un momento decisivo en la gestión de sus recursos hídricos y que la desalación y la reutilización del agua deben ocupar un papel central. Así, puso de relieve que, con una capacidad instalada de desalación de 5 millones de metros cúbicos al día y un volumen de reutilización que alcanza los 400 hectómetros cúbicos anuales, el país es líder en Europa en el aprovechamiento de recursos no convencionales y referente mundial. Sin embargo, recordó que las crisis hídricas recurrentes evidencian la necesidad de mayor planificación a largo plazo para anticiparse a las necesidades futuras.
Entre esas nuevas necesidades de inversión, incluyó no solo nuevas desaladoras o ampliaciones de las existentes, sino también el incremento de la reutilización, la descarbonización del sector a través de la integración de energías renovables, la transformación digital, la mejora de las redes y la distribución o las exigencias derivadas de nuevas regulaciones.
Para llevarlas a cabo, reclamó un marco regulatorio que facilite atraer inversión privada y el desarrollo de nuevos modelos de financiación, pues, “si bien existen importantes fondos públicos a través de programas como el PRTR, Pertes, planes hidrológicos o el Plan DSEAR, entre otros, es imprescindible fomentar la inversión privada para acelerar el desarrollo de infraestructuras”.
Como ejemplo, señaló que “solo para dos o tres proyectos concretos” podrían movilizarse hasta 500 millones de euros a través de concesiones y colaboraciones público-privadas. Además, recordó que hay 1.400 millones de euros destinados a estas tecnologías por el Real Decreto de medidas urgentes para la sequía de 2023. Asimismo, dijo que cada vez más empresas internacionales están interesadas en invertir en proyectos hídricos en España para compensar su huella hídrica, una estrategia innovadora que puede suponer una fuente adicional de financiación para el sector. “El modelo de compensación, al que abre la puerta el Real Decreto 1085/2024, de 22 de octubre, fue propuesto por AEDyR con el apoyo legal de Eduardo Orteu, de Gómez-Acebo & Pombo”, apuntó.
Entre las barreras y retos que existen para la inversión, señaló la burocracia excesiva y la complejidad de los procedimientos administrativos, lo que denominó con un término acuñado en Chile, “permisología”, la necesidad de infraestructuras de almacenamiento y distribución, los contratos de operación y mantenimiento demasiado cortos o la falta de incentivos económicos para fomentar el uso de agua regenerada en sectores estratégicos, entre otros.
El presidente de AEDyR advirtió también que uno de los principales desafíos es la percepción pública sobre el uso de agua reutilizada para consumo humano, que la legislación no permite en España, pero sí en otros países como Singapur, Israel o Estados Unidos. “Es un debate que debemos afrontar con rigor técnico y con una estrategia de comunicación clara, porque reutilizar es sinónimo de eficiencia y sostenibilidad”, destacó Zarzo.
Sobre el RD 1085/2024 de reutilización, detalló que amplía los usos permitidos, establece criterios de calidad más estrictos para garantizar la protección de la salud y el medio ambiente, fomenta la reutilización como una alternativa sostenible y simplifica trámites, pero que el aspecto que más va a repercutir en las empresas es la exigencia de una evaluación y gestión de riesgos para cada proyecto.
En cuanto al futuro de la gestión hídrica en España, opinó que lo marcarán las inversiones en desalación y reutilización, el avance de las energías renovables y la digitalización. Concretamente, destacó la necesidad de inversiones en infraestructuras: “En España se requieren cerca de 85.000 millones de euros en inversiones en el sector del agua, según la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (SEOPAN), incluyendo 35.000 millones para planes hidrológicos, 44.000 millones para la mejora de instalaciones y 4.000 millones para medidas de gestión contra la sequía”.
El presidente de AEDyR insistió en la importancia de la planificación y la cooperación entre administraciones, empresas y sociedad civil para garantizar la seguridad hídrica en un contexto de cambio climático. Al mismo tiempo, abogó por despolitizar la gestión del agua, e hizo un llamamiento a mejorar la comunicación en el sector–“el agua solo es noticia cuando hay sequía o inundaciones”, además de una mayor concienciación social para desmontar los mitos sobre la desalación y la reutilización del agua.