Madrid. Recordará el lector que en un artículo anterior utilizábamos un símil, leído en primer lugar al periodista de El Periódico de Extremadura A.F.L., por el cual se asemejaba la celebérrima litografía de M.C. ESCHER –Waterfall- a la actual situación del mercado inmobiliario español.
La cita concreta que utilizábamos era ésta: “La crisis se está convirtiendo, para el sector inmobiliario, en una suerte de cascada de Escher: un flujo de actividad en caída constante, que se retroalimenta en su devenir y que, pese a que en ocasiones parece remontar el cauce, nunca cesa de caer.” Y en aquel artículo, y en otro derivado, nos extendíamos sobre la semejanza apuntada.
Pero eso no debe de preocuparnos pues uno de los aspectos de la realidad caótica es precisamente éste: hasta que las fuerzas que se desarrollan en la situación caótica no se decantan por un nuevo orden –hasta que no aparece una nueva realidad y unos nuevos atractores alrededor de los cuáles girará a partir de entonces aquélla- los hechos que suceden se desarrollan sin orden aparente, contradictorio o desasosegante… pero el agua sigue fluyendo y llegará un momento en el que el edificio antiguo saltará por los aires, la cascada imposible desaparecerá, las aguas volverán a fluir hacia donde sea y la situación volverá a ser aprehensible por el pensamiento racional.
Mientras tanto sólo queda seguir remando en el Caos.