El perfil del inversor inmobiliario en España ha experimentado un cambio radical en los últimos cinco años. La irrupción de nuevas tecnologías y la mayor disponibilidad de datos han transformado la manera de tomar decisiones. Hoy, un 40% de las operaciones se deciden antes de visitar físicamente un inmueble, frente al 15% registrado en 2020. Este fenómeno se enmarca en un mercado que, según CBRE, ha superado los 7.300 millones de euros de inversión en el primer semestre de 2025.
El comprador digital se caracteriza por ser más joven, con una edad media de 41 años, y por tener mayor movilidad geográfica. El 45% ya invierte fuera de su comunidad autónoma y el 15% diversifica en productos tokenizados. La búsqueda de liquidez inmediata y la prioridad por activos sostenibles marcan sus decisiones: seis de cada diez no invertirían en viviendas sin certificado energético A o B, lo que impulsa el segmento de obra nueva.
La madurez de las herramientas proptech y fintech, unida al auge de la tokenización, está redefiniendo la inversión residencial en España. El nuevo comprador exige la misma transparencia y agilidad que en otros mercados financieros, lo que anticipa un escenario donde la compraventa de inmuebles será más global, digital y accesible.
Datos relevantes
- 40% de las inversiones en vivienda se decide antes de visitar el inmueble.
- Edad media del comprador digital: 41 años, seis menos que en 2020.
- 45% invierte fuera de su comunidad autónoma.
- 15% destina capital a productos tokenizados.
- 60% no invertiría en viviendas sin certificado energético A o B.
¿Qué factores impulsan la transformación del inversor inmobiliario?
El acceso a datos en tiempo real y la digitalización de procesos han reducido la dependencia del trato personal. La búsqueda de liquidez, la movilidad y el interés por activos sostenibles son hoy claves en la toma de decisiones.
¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en la inversión residencial?
La realidad virtual, la gestión remota y las plataformas proptech permiten tomar decisiones rápidas y diversificar riesgos. Estas herramientas han creado un mercado más líquido y accesible, donde los inversores actúan con la misma agilidad que en la bolsa o en las criptomonedas.
El inversor digital ha llegado para quedarse, y su apuesta por la tecnología redefine las reglas del mercado inmobiliario.
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Radiografía del comprador digital según ENLACE: la inversión en viviendas rompe moldes
La evolución del inversor inmobiliario en España en los últimos cinco años revela un cambio radical en su comportamiento. En un mercado dominado por la transformación tecnológica, el 40% de las decisiones de compra de una vivienda como inversión ya se toman antes de haber realizado la visita presencial al inmueble, cuando en 2020 esa cifra no superaba el 15%. Son datos de la consultora ENLACE.
El informe refleja la consolidación de un inversor más pragmático y tecnológico. Además de haber rejuvenecido (edad media actual: 41 años frente a los 47 de hace cinco años), este nuevo perfil combina movilidad geográfica, búsqueda de rentabilidad a corto plazo y un alto interés en activos alternativos. De hecho, el 45% ya invierte en viviendas fuera de su comunidad autónoma, apoyándose en herramientas de realidad virtual y gestión remota, y alrededor del 15% destina parte de su capital inmobiliario a productos tokenizados.
Para Marc Ollé y Francesc Salas, socios fundadores de ENLACE, se trata de un punto de inflexión: “El inversor digital ya no se conforma con comprar una vivienda para alquilarla. Busca agilidad, diversificación y acceso inmediato a métricas de rentabilidad. Es un perfil mucho más informado, acostumbrado a operar en otros sectores financieros, y que exige al inmobiliario el mismo nivel de transparencia y velocidad que en la bolsa o las criptomonedas”.
ENLACE también pone de manifiesto nuevas motivaciones: más del 50% de los inversores prioriza hoy la liquidez y la posibilidad de venta rápida frente a la rentabilidad bruta, un cambio sustancial respecto a hace cinco años, cuando predominaba la inversión patrimonialista a largo plazo. Asimismo, la regulación medioambiental ha ganado mucho peso y la sensibilidad por criterios ESG se ha disparado: el 60% no invertiría en un activo sin certificado energético A o B, lo que revaloriza inmuebles sostenibles y el segmento de la obra nueva.
ENLACE concluye que el inversor inmobiliario actual tiene una gran fuerza transformadora y disruptiva en el mercado inmobiliario español. La madurez de las herramientas proptech y fintech, sumada a la irrupción de plataformas de tokenización y financiación online, anticipa un escenario donde la inversión inmobiliaria será más líquida, transparente y global que nunca.
