El concepto de casa ha ido cambiado progresivamente con el paso de los años, junto con el avance de las tecnologías y los nuevos hábitos de consumo. Esta situación ha generado multitud de reflexiones sobre la nueva habitabilidad y su relación con ciertos enfoques protagonistas en la actualidad como: la eficiencia energética, la accesibilidad, la planificación, el nuevo concepto de arquitectura, etc.
Housell, la empresa de servicios inmobiliarios que te ayuda en la venta de tu casa, ha analizado algunos de los principales cambios que han sufrido las viviendas, tras la aparición de las nuevas generaciones y los variables hábitos de consumo:
Índice de precios de consumo: En el mercado inmobiliario, los hábitos de consumo han marcado un antes y un después tras la arrolladora crisis económica. El precio de la vivienda ha variado tanto que actualmente se encuentra en 2.156 euros por metro cuadrado, frente a los 366 euros que se registraban en 1982, según un estudio publicado por Sociedad de Tasación. A su vez, el Índice de Precios de Consumo (IPC) del alquiler de vivienda se encuentra en 0,7%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una situación que se ha dado por el alto interés extranjero que está invirtiendo en inmuebles en España y dada la considerable demanda de viviendas para estos motivos, entre otras características. Aunque, básicamente, el incremento se ha basado principalmente en el aumento de la demanda, dado el aumento de la ocupación y la estabilidad de los salarios.
Casas del siglo XXI: El prototipo de los tipos de familia han afectado de manera directa a la construcción y estructura de las viviendas. La reducción de los miembros en la familia se traduce en el desarrollo de casas con dos o menos habitaciones, más pequeñas y funcionales. Por otra parte, la nueva era ha traído espacios más abiertos que ayudan a fomentar la versatilidad adaptándose tanto a una habitación de juegos para los más peques, como a un lugar de reunión para los adultos. Por otra parte, los nuevos ciudadanos cada vez rinden más culto al placer, pues el cuarto de baño es otro de los rincones de la casa que más cambios ha sufrido en los últimos años. La bañera se sustituye por un plato de ducha, lavabo doble, espejos grandes, detalles en madera que simulan un pequeño spa, etc.
La democratización del diseño: Son muchas marcas las que se han unido al fenómeno de la moda, y han democratizado las tendencias del hogar incorporando diseños de temporada a un coste medio. Accesorios que se adaptan a cada estacionalidad y permiten renovar la apariencia de la casa con detalles sencillos como, fundas de cojín, colchas, mantas, toallas, cortinas, o algún que otro adorno. En ese sentido, el hogar recargado es cosa del pasado, eliminado todo tipo de excesos, gotelés, mobiliario poco funcional, etc. «Sin lugar a duda una de las estancias con la que los usuarios son más exigentes es el salón, ya que realmente se trata de un espacio que se asocia al núcleo de la casa», afirma Modesto Manzano, experto inmobiliario de Housell.
Sentimientos ECO: El comienzo del siglo XXI ha dado lugar al desarrollo de una nueva filosofía de vida que apoya el consumo sostenible. Esto ha afectado también al diseño, pues son muchos ciudadanos los que han apostado por piezas más livianas, fabricadas con materiales que posean certificados ecológicos y de acabado natural. Una tendencia que se conoce como Slow Deco, y apuesta por un estilo más calmado, que se aleje del estresante día a día de la ciudad convirtiendo la casa en un oasis de tranquilidad. Por otra parte, esta tendencia no se ha extrapolado solo al diseño de interiores, sino que son los propios usuarios los que apuestan por reducir el consumo de energía en el hogar, entre otros compromisos como el reciclaje, el reajuste de los termostatos, etc.