Seguro que durante la experiencia de vivir en alquiler a más de uno le ha surgido la duda sobre quién debe pagar una reparación o mejora en una vivienda alquilada. A veces el inquilino piensa que todo va a cargo del propietario, y no es así, ni tampoco al revés. Cada uno debe asumir sus responsabilidades y sus gastos, pero a veces no queda claro cómo se reparte. Lo mejor es leer bien el contrato de alquiler donde se expone qué paga una parte y qué paga la otra, y si fuera necesario, acudir a un profesional teniendo en cuenta que en el caso de algunos gastos no se puede pactar en contra de lo determinado en la ley.
En un contrato de alquiler hay que ver, por ejemplo, recuerda la abogada especialista en temas inmobiliarios de ARAG, M. Carmen Mohedas, «si se indica si es el propietario o el inquilino el que paga el IBI, las cuotas de la comunidad de vecinos o la tasa de basuras». En muchas ocasiones, un inquilino tiene intención de estar bastante tiempo en una vivienda y la quiere decorar y arreglar a su gusto. Por ejemplo, en viviendas construidas hace muchos años, se puede encontrar gotelé y a lo mejor el inquilino quiere proceder a quitarlo.
Si un inquilino quiere quitar el gotelé de una pared, ¿lo tiene que pagar el propietario?
Cuando hay un gotelé en la pintura de la vivienda alquilada el arrendador no tiene por qué pagar que lo quiten. «La Ley de Arrendamientos Urbanos establece que el arrendador debe realizar las reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en condiciones de habitabilidad», explica M. Carmen Mohedas, abogada de ARAG.
«En el caso de quitar el gotelé de una pared, no puede considerarse como una obra de reparación necesaria que entre dentro de la obligación de conservación de la vivienda que asume el propietario. Así que si un inquilino quiere quitarlo deberá hablar con el propietario y solicitar su consentimiento, ya que al finalizar el contrato de arrendamiento el inquilino está obligado a devolver la vivienda en el mismo estado en el que la recibió», explica M. Carmen Mohedas, abogada de la compañía de Defensa Jurídica. Aun así, en muchos casos es posible que el arrendatario llegue a un acuerdo con el propietario para poder realizar esa mejora y llegar a un entendimiento para que lo asuma el arrendador en parte o en su totalidad. En el caso de que el arrendador no quiera asumir el coste, el inquilino no podrá reclamar ninguna compensación por esa mejora al término del contrato, recuerda Mohedas.
Tener una buena relación ayuda a conseguir una buena negociación
Para evitar que la relación se vuelva mala o tensa entre propietario e inquilino, desde la compañía de Defensa Jurídica, ARAG, indican que siempre que ambos hablen sobre qué le toca pagar al otro es recomendable negociar. Una negociación comprensible, sin tensiones. De este modo, uno estará más tranquilo. Recuerda que si eres inquilino y pagas cuándo toca, y tienes su vivienda muy cuidada, el arrendador será más receptivo a la hora de establecer una negociación que te interese.