Si eres peninsular con opciones de venir a Baleares a por una digna oportunidad laboral, «metidos ya en plena temporada estival 2017» a no ser que hayas sido de los precavidos, si has dejado parte de los deberes para última hora, el tener que buscar una propiedad para alquilar porque preferías esperar a que te confirmaran la incorporación a un puesto de trabajo en Baleares, lamentablemente puedes ser uno de tantos no residentes que no lo van a tener nada fácil y se ven obligados a volver a su comunidad autónoma debido a la inexistente cartera de propiedades en alquiler destinadas a personas empleadas de temporada.
La masificación de personas en las islas y porque también así lo deciden propietarios de inmuebles a la hora de arrendar, unos incumplir a sabiendas la normativa sectorial de arrendamiento turístico con el fin de lucrarse para dar servicio a turistas de manera irregular y dejando «al pairo además de, en saco roto» al español que viene a ganarse con el sudor de la frente unos euros durante unos meses; éste al igual de traer la mochila cargada de ilusiones también la trae con la incertidumbre, asumiendo el riesgo de tener que volver a casa debido a que gran parte de propiedades en alquiler esta destinado para el turista. Otros propietarios no desean alquilar sus inmuebles por una razonable y módica cantidad de euros durante 3 ó 4 meses debido a que les va a dar unas rentas bajas «eso no interesa». Estas personas empleadas y desamparadas de alquiler se ven obligadas a volver «al nido» perdiendo lo que iba a ser la gran oportunidad laboral del año.
Y me pregunto yo: ¿En que piensan los propietarios cuando deciden alquilar su propiedad o hasta la tienda de campaña de la terraza a un precio fuera de mercado y que roza la troposfera de la avaricia? Solamente se trata de lucrarse, puro negocio, eso sí, alquiler sin declarar ¡eh!. Lamentablemente no es porque no quieran pagar ese precio los intencionados inquilinos, sino porque el coste de oportunidades es tan elevado que de consumar el arrendamiento no tendrán ni la oportunidad de llegar a final de mes. Además para rizar el rizo el dueño incluye en el contrato de arrendamiento la cláusula de que no esta permitido subarrendar, minimizando todavía más aún las posibilidades «por decirlo de alguna manera».
Debido a la masificación de turismo, las Baleares pierden en estos meses su identidad e incluso su atractivo turístico, al igual que el «low cost» hace que jóvenes turistas extranjeros nos pierdan el respeto para ¡colmo de los colmos! Tristemente los propietarios de inmuebles que están interesados en arrendar en temporada de verano también esta perdiendo la razón de ser, además de la coherencia y el raciocinio, justificando la causa de hacer caja pidiendo lo que viene en gusto, en Baleares se dispara la ley de la oferta y la demanda como en cualquier lugar que se viva del turismo, concretamente en Mallorca que con la excusa de que con el panorama y ejemplo que dan nuestros políticos… ¡todo vale!…¡tonto el último y ha aprovecharse mientras dure lo que dure, duró! Como dice el refrán, «A río revuelto, ganancia de pescadores».