Andalucía ha aprobado 117 medidas para desarrollar, dentro su primer plan de Eficiencia Enegética, a desarrollar hasta 2017. Durante el próximo año y medio, todas estas se distribuirán en cinco programas.
El 60% del total se concentra en los programas de Gestión Energética de las Administraciones Públicas de Andalucía y Mejora de la Competitividad, dando preferencia así a la generación de actividad económica empresarial y a la mejora de su competitividad mediante el uso eficaz de la energía. Las demás se distribuyen en los Programas Energía Inteligente, Mejora de las Infraestructuras y Calidad de los Servicios Energéticos, así como Cultura Energética.
Las acciones más numerosas se corresponden con el fomento de instalaciones y soluciones constructivas, seguida de acciones divulgativas y formativas, estudios e informes y actuaciones de acción administrativa y desarrollo normativo. El plan también recoge acciones de I+D+i y desarrollo industrial en el ámbito energético y de certificación y gestión energética.
Algunas de estas acciones, que repercutirán en todos los sectores son, por ejemplo, el desarrollo de proyectos de cofinanciación europea de smart grids (red eléctrica inteligente) y construcción sostenible, el diseño y puesta en marcha de herramientas y utilidades TIC para aumentar el consumo de biocombustibles o el lanzamiento de centros de aprovisionamiento de biomasa forestal normalizada.
También se incluye la implantación de sistemas de gestión energética en la administración o proyectos piloto de instalaciones innovadoras más eficientes y edificios de consumo casi nulo.
La flexibilidad del plan hará que diferentes actuaciones se pueda modificar y reorientar, adaptándolas a la propia evolución del consumo y del sector energético, para lograr el alcance de sus objetivos conforme evolucione el contexto legislativo, económico y social que afecta al ámbito energético.
La Estrategia propone cinco objetivos con vistas a 2020, esto es, reducir un 25% el consumo tendencial de energía primaria, aportar con energías renovables el 25% del consumo final bruto de energía, autoconsumir el 5% de la energía eléctrica generada con fuentes renovables, descarbonizar en un 30% el consumo de energía respecto al valor de 2007 y mejorar un 15% la calidad del suministro energético.