Muchas cosas pueden cambiar en el urbanismo de Madrid si, finalmente, el PSOE decide apoyar la investidura de la ex jueza Manuela Carmena como alcaldesa de Madrid. En primer lugar, el modelo de desarrollo. El Partido Popular no fue capaz de sacar la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), y ahora serán otros los que lo hagan, aunque bajo unos criterios completamente diferentes.
Decía hace un par de meses, la todavía alcaldesa en funciones, Ana Botella, que el «urbanismo anticrisis» llevado a cabo en Madrid había permitido a la capital resistir mejor los embates de la crisis económica, y recuperar la actividad y el empleo.
Lo basaba todo en una ciudad que, en estos últimos años, se ha volcado en convertir el centro de la ciudad en un gran centro comercial como reclamo permanente de turistas. Y la idea de futuro iba por ampliar este foco comercial a otras zonas de desarrollo futuro, complementándolas con decenas de miles de viviendas y grandes rascacielos para acoger oficinas.
Una idea de modernización futura de la ciudad cuyos ejes transversales serían el Complejo Canalejas, el Centro Polivalente de Barceló, la propuesta de renovación de la Plaza de España, los planes para Azca y la Quinta de Torre Arias; el despegue de Valdebebas y los desarrollos del Sureste; o del lanzamiento de la operación Chamartín.
Actuaciones que están a años luz de las propuestas que forman parte del ideario salido de los ‘círculos asamblearios’, de donde emanaron las propuestas que, en materia de urbanismo, recoge el programa de Ahora Madrid.
En primer lugar, la retirada del Avance de la Revisión del Plan General de Ordenación Urbana para ir hacia un nuevo planeamientos participativo y democrático. Pero, sin esperar a sacar esto adelante, se pretende realizar una auditoría y paralizar las operaciones urbanísticas especulativas y de expolio de suelo y patrimonio públicos, incluyendo la reversión de las privatizaciones (ventas y concesiones) realizadas en los últimos tiempos sin los adecuados procesos de participación ciudadana ni garantías democráticas. En clara referencia a las ventas de viviendas públicas, tanto de la EMVS como del Ivima.
Ahora Madrid también quiere hacer un inventario de solares abandonados. Hacer un expediente individual de todos y cada uno de ellos, identificando a los propietarios y las causas por las que el solar está inutilizado.
Para las parcelas de titularidad pública, establecer y activar un plan de acción y dotación presupuestaria para usarlos como espacios comunes, parques, instalaciones deportivas, lugares para proyectos colectivos, etc. en un plazo inferior al de la siguiente legislatura. Y, para las privadas, establecer un plazo para que el solar sea utilizado para el uso previsto, o bien iniciar los procesos administrativos necesarios para que el Ayuntamiento asuma la propiedad para usos públicos.
