La Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (la FAO, en sus siglas en inglés), ha actualizado los datos relativos a los usos que se dan en el conjunto de la superficie terrestre, y ha llegado a la conclusión de que, en lo que llevamos de siglo, el terreno urbanizado se ha triplicado hasta ocupar el 0,6% de todo el planeta.
La FAO ha llegado a esta cifra tras cruzar los datos de un estudio, el GLC2000, elaborado a principios de siglo, con los del Global Land Cover-Share, una investigación llevada a cabo tras la interpretación de los datos recibidos desde los satélites junto a los facilitados por los países, para determinar, por ejemplo, si un determinado territorio es una pradera, un campo de cultivo o, simplemente, una zona de monte bajo.
Así, en 2000 ocupaban el 29,4% de su superficie los terrenos arbolados, mientras que en 2013 esa superficie ‘verde’ había bajado al 27,7%. Pese al descenso, sigue siendo los terrenos arbolados los de mayor proporción entre los once usos del terreno catalogados.
Otro aspecto preocupante es el de los terrenos desérticos o improductivos, que han aumentado más de lo que los bosques han disminuido. Han pasado de ocupar el 13,3% de la superficie de la Tierra a representar el 15,2%.
Pese al aumento de población registrado en estos casi tres lustros, de 6.100 a 7.200 millones de habitantes, con las necesidades de alimentos que ellos conlleva, la superficie destinada a cultivos se ha reducido en 3,1 puntos porcentuales, bajando del 15,7% al 12,6%.
De todos los usos del suelo, solo hay uno que se mantiene sin cambios en los 13 años que separan los dos mapas: el dedicado a zonas de hielos perpetuos de las regiones popares. A pesar del calentamiento, las cifras totales se mantienen en cifras que rozan el 10% de la superficie terrestre.
El dato no supone que no haya deshielo por el calentamiento global, que lo hay –como se ha podido apreciar recientemente en fotografías por satélite–, sino que todavía no afecta a las grandes cifras y, también, que el mapa mide superficies, pero no volúmenes. N es lo mismo una capa de hielo de un kilómetro que una de 100 metros. Por lo que se refiere a aguas continentales, humedales y manglares, se ha percibido un aumento más que significativa, del 1,7% al 2,7%.