Madrid. El BBVA vuelve a echar un jarro de agua fría a la estrategia seguida por el Gobierno de ‘vender la moto’ por medio mundo de que la inversión en España es segura. En ella ha embaucado el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy a los dirigentes de las principales empresas para que, contra todos los pronósticos, expresen a quien quiera escucharles que todo va sobre ruedas, y que las medidas tomadas van a empezar a dar sus frutos en cuestión de seis meses con lo que el crecimiento de la economía española está a la vuelta de la esquina
Pero el BBVA no parece estar por la labor de seguir a pies juntillas esta estrategia gubernamental. No entró en el banco malo, la Sareb, y ahora se pone en lo peor, no descartando que el Gobierno tenga que pedir el rescate financiero.
En su informe remitido a la SEC, el supervisor bursátil de Estados Unidos, considera que existe “riesgo de impago de la deuda soberana de algunos países de la Unión Europea” lo que, a su juicio, incrementa “el riesgo potencial de que uno o más países de la eurozona puedan abandonar el euro de forma voluntaria o involuntaria”.
"España sigue siendo uno de los puntos focales de la crisis de deuda soberana y las preocupaciones en torno a la capacidad del Gobierno para atender la deuda y el saneamiento del sector bancario, o la perspectiva de contracción continua de la economía, podría conducir a los líderes españoles a considerar la petición de ayuda financiera a las autoridades europeas”, asegura el banco en el documento.
En caso de producirse esta petición, el sector bancario, a juicio de BBVA, se vería seriamente lastrado puesto que “podrían solicitarse mayores exigencias de capital para las entidades bancarias”. La entidad no descarta incluso una nueva ronda de provisiones en los próximos meses fruto de los vaivenes regulatorios en los mercados que opera, incluida España.
Para la economía española en general, “cualquier tipo de asistencia europea podría imponer nuevas medidas de austeridad y otras restricciones al Gobierno español” lo que generaría más dificultades para financiarse en el exterior.
El banco explica a los inversores de Wall Street que las previsiones del PIB podrían ser “revisadas a la baja si no funcionan las medidas adoptadas para luchar contra la crisis o si las cifras de déficit público obligan al Gobierno a aplicar medidas restrictivas adicionales”.