Barcelona sigue avanzado en la reestructuración urbanística del barrio de Vallcarca i els Penitents, en el distrito de Gracia, con la luz verde de la Comisión de Gobierno al Plan de Mejora Urbana de la calle de la Farigola.
Este plan se suma a la Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM) principal de Vallcarca y la Modificación puntual del Plan General Metropolitano para el ámbito Hospital Militar-Farigola, ambas en trámite. Con este tercer documento, el Gobierno municipal finaliza todo el planeamiento urbanístico del barrio.
Vallcarca ha sido y es un gran foco de residencia del movimiento ‘okupa’. Las casas ocupadas de forma ilegal constituyen un símbolo característico de este barrio, especialmente en la zona situada en la parte baja de la avenida Vallcarca y calles cercanas, como la calle Argentera y la calle Farigola.
A pesar de que la convivencia entre los okupas y el resto de residentes del barrio ha sido más que aceptable, se han llevado en los últimos años una serie de desalojos ubicados dentro del Plan de Actuación del barrio, que han llevado reducido sensiblemente el número de casas okupadas en el barrio.
Estos desalojos se han centrado en la Avenida de Vallcarca, justo debajo del viaducto que lleva este mismo nombre, quedando primeramente bajo control policial y posteriormente destruidas de manera parcial o total.
Con la aprobación de la Modificación del Plan General Metropolitano de Vallcarca, el barrio iniciaba su impulso. Del trabajo conjunto entre el Consistorio y los vecinos y vecinas, surgió la convocatoria de un concurso de ideas a iniciativa de la Mesa de Trabajo de Urbanismo de Vallcarca, que dio como propuesta ganadora el proyecto «Arrels», que destacaba los recursos, infraestructuras y patrimonio histórico e identitario del barrio.
La remodelación siguió un proceso participativo de debate ciudadano para enriquecer la propuesta e incorporar nuevas aportaciones. El documento resultante fue el MPGM para el ámbito incluido entre las calles de la Farigola, de Cambrils, de Calendau, de Gustavo Bécquer y la avenida de Vallcarca. El documento, de autoría vecinal, está actualmente en exposición pública.
La propuesta inicial incluye la creación de 91 viviendas públicas en un espacio de 8.214 metros cuadrados que combina la rehabilitación del edificio antiguo y la nueva construcción. Además, se recoge la transformación en equipamientos públicos de dos edificios emblemáticos de Vallcarca: la masía de Can Carol, que pasará a ser un casal de barrio, y La Fusteria, un edificio de la calle de la Argentera que actualmente ya reúne usos comunitarios.
Además, las zonas verdes tienen un peso especial en el proyecto. La futura plaza central se proyecta como un gran espacio verde productivo, con huertos y árboles frutales, que potenciará los valores de autogestión que tradicionalmente se asociaban al vecindario de Vallcarca.
El objetivo final es desarrollar un barrio más cercano, más humano, sostenible y accesible a la ciudadanía, con identidad, en el que la cohesión social, la movilidad sostenible, el verde y la eficiencia energética sean protagonistas.
La cantera de la Farigola, blindada
Para el ámbito de la Farigola, 34-40, se propone situar una parte de la edificación alineada frente a la calle de la Farigola, y otra situada hacia el interior de la manzana, frente también a la calle de la Mare de Déu del Coll, que permitan conservar la cantera y resolver adecuadamente la configuración del espacio libre a su alrededor.
Esta ordenación hace posible ubicar un acceso en la zona verde entre las dos edificaciones, desde la calle de la Farigola, y configurar una nueva fachada que se adapta mejor a las características de la cantera, un elemento singular e identitario del barrio.
En cuanto al tramo de la calle de la Farigola, 21-25, se mantiene la forma de ele de los edificios, pero se varía su posición, para mejorar las condiciones de soleamiento de estos edificios, así como la relación con el edificio de Can Carol y su entorno inmediato.