El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras de la Xunta de Galicia, Agustín Hernández, ha destacado que el Jurado de Expropiación de Galicia valoró desde su creación más de 38.000 expedientes de expropiación. Del conjunto de casos, un 86% de estos expedientes se corresponden con iniciativas de la Administración autonómica y el 14% restantes con las entidades locales.
El conselleiro Hernández puso de manifiesto esta actividad del Jurado durante la inauguración del tercer curso sobre Procedimiento expropiatorio referido a los criterios y métodos de valoración empleados por el Jurado de Expropiación de Galicia, donde añadió que a la vista de estas cifras se puede concluir que el Jurado consiguió acelerar el plazo de fijación del precio justo, resolviendo con solidez técnica y jurídica las determinaciones del valor de los bienes y derechos expropiados.
Desde el año 2009 el Jurado de Expropiación emitió 25.838 resoluciones de precio justo. Este año finalizará con alrededor de 5.000 expedientes resueltos por lo que se conseguirá un promedio de cerca de cuatro meses y medio por expediente. La previsión es que durante el primer trimestre de 2015 el Jurado no tenga ningún expediente cuya resolución se demore más de los cinco meses.
Destacó que la evolución del Jurado de Expropiaciones viene a poner en valor el papel que representa como un organismo útil y necesario, para dotar a la Comunidad de un medio unificador de los criterios existentes en materia de valoraciones en el campo de la expropiación forzosa.
El conselleiro de Medio Ambiente destacó la importancia de celebrar este tipo de actividades formativas para reflexionar y conseguir soluciones la aquellas cuestiones que plantean la entrada de noticias normativas, como sucedió con la entrada en vigor de la ley estatal del suelo de Galicia en 2007.
Con el fin de aplicar criterios de valoración del suelo, sobre todo de manera especial al suelo rural, la norma diferencia suelo en situación básica de urbanizado y suelo en situación básica de rural. En ese sentido, este tipo de suelos debería tasarse por el método de capitalización de rentas reales o potenciales de la explotación, es decir, por los mayores beneficios que le podría otorgar en el futuro. También se introdujo un factor de localización para permitir corregir el valor al alza del suelo rural en función de su localización concreta.
Tal y como explicó Hernández, la falta de un reglamento- no se desarrolló hasta el año 2011- provocó dudas en cuanto a la consideración y a la aplicación de estos conceptos; por lo que la Consellería analiza desde el año 2012 esta situación recopilando impresiones e informes, de los que se extrae la conclusión de que no existe un valor único, absoluto y universalmente admitido de precios y rendimientos para este tipo de suelos, por lo que destacó la oportunidad que este curso supone para “centrar y clarificar los criterios para la tasación del suelo rural”.