Logroño. La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha supervisado el avance de las obras de la Fase I del proyecto de integración ferroviaria en Logroño. Esta actuación, que cuenta con un presupuesto de 134.877.042,87 euros, permitirá la transformación urbanística de la ciudad, al tiempo que preparará las instalaciones ferroviarias para la llegada de la alta velocidad. La primera fase del proyecto avanza actualmente en los trabajos de montaje de superestructura (vías, electrificación e instalaciones de seguridad y comunicaciones), en la Línea Miranda de Ebro-Castejón de Ebro de la red ferroviaria convencional, así como en las labores de ejecución de muros y losa para culminar el soterramiento de algunas áreas.
Además se ha avanzado en el apartado urbanístico correspondiente a esta fase, que incluye el ajardinamiento de la cubierta de la nueva estación ferroviaria y del espacio liberado para la ciudad con el soterramiento de la nave de andenes.
También ha sido posible la conexión de las calles Juan Boscán con López de Toledo, así como el paso peatonal sobre la losa soterrada que favorece el tránsito de los residentes en el barrio de Cascajos, o las labores de urbanización de la rotonda que distribuirá el tránsito urbano entre la Avenida de Lobete, con las calles Pedregales y Eliseo Pinedo.
La ministra de Fomento ha podido recorrer, además, los espacios de la obra destinados a completar el edificio de la estación ferroviaria, que albergará el área comercial y de servicios.
Corresponde a la Sociedad Logroño Integración del Ferrocarril 2002, integrada en un 50% por el Ministerio de Fomento, y en dos partes iguales del 25% a la Comunidad Autónoma de La Rioja y al Ayuntamiento de Logroño, la financiación total del proyecto de construcción de la Integración del Ferrocarril en Logroño.
Beneficios de la actuación
Entre los principales beneficios del proyecto de la integración ferroviaria en Logroño destacan la adaptación ferroviaria de la estación actual a los tráficos que se generarán con la conexión de alta velocidad entre Zaragoza, Logroño y Pamplona.
Asimismo, se mejorarán las condiciones de acceso al modo ferroviario de transporte de la ciudad con unas instalaciones diseñadas con criterios de accesibilidad integral para personas con discapacidad.
También habrá una mejora de la seguridad con la adecuación del esquema de vías para tecnología punta en sistemas de conducción automática de trenes.
Finalmente, y desde el punto de vista urbanístico, la integración del ferrocarril dará lugar a la creación de un nuevo centro urbano en los terrenos que libera toda la actuación ferroviaria. Concretamente, permitirá la conexión de los barrios situados al sur de la vía férrea a través de la prolongación de 4 viales: Belchite (futuro PERI), Avenida Colón, Juan Boscán, y Pedregales. Permitirá también el posterior desarrollo del PERI (Plan Especial de Reforma Integral).