Madrid. Proteger y potenciar los elementos arquitectónicos de las viviendas unifamiliares del Poblado Dirigido de Fuencarral y mejorar la calidad de vida de sus vecinos son los objetivos del Plan Especial aprobado por el Gobierno municipal a propuesta del Área de Urbanismo y Vivienda. El documento se inscribe dentro de las iniciativas realizadas para revitalizar los cascos históricos de los barrios periféricos de la Ciudad de Madrid, contribuyendo así al reequilibrio territorial y social.
El Poblado, situado junto a la avenida del Cardenal Herrera Oria y construido entre 1959 y 1960, está protegido con nivel 3 de catalogación ambiental. Está formado por edificios en altura y 395 viviendas unifamiliares con espacios interbloques entre ellos. Con una superficie de 200.000 metros cuadrados, el ámbito cuenta con un colegio, un ambulatorio, una iglesia y tres pequeños centros comerciales.
A lo largo de más de cuatro décadas las dispares intervenciones individuales tanto en fachadas, cubiertas y cerramientos de parcela como en los elementos de carpintería exterior e instalaciones, unidas al deficiente comportamiento energético de las edificaciones, han hecho necesaria esta rehabilitación. De paso se establecen premisas comunes que regulen las futuras intervenciones para reforzar la puesta en valor de los elementos que lo hicieron objeto de catalogación. En este sentido ya el año pasado se aprobó un Plan Especial que ha potenciado la calidad de las intervenciones realizadas en las viviendas en altura.
Las viviendas necesitan, en general, mejorar sus fachadas, aislamientos y cubiertas. Pero además, el Gobierno de la ciudad quiere que se mejore la imagen urbana del conjunto, recuperando la pureza formal proyectada originalmente.
Por ello, el Plan Especial concreta las normas que regirán las actuaciones para recuperar un conjunto estéticamente uniforme del ámbito. Y ello, aprovechando la circunstancia de que el Poblado se encuentra en una Zona de Rehabilitación Integrada con derecho a subvenciones para la rehabilitación.
Los criterios establecidos ofrecen soluciones de rápida ejecución, coste ajustado, elevada eficiencia, alta duración y bajo mantenimiento. Las medidas de protección suponen la conservación de la volumetría y composición de las edificaciones, el mantenimiento de las condiciones medioambientales del conjunto, y la potenciación de la identidad e imagen del ámbito.
En cuanto a las intervenciones posibles, éstas deberán estar encaminadas a mejorar las condiciones de habitabilidad y uso de las edificaciones, a mejorar el aspecto, estético y funcional, y a instalar sistemas de ahorro energético.
El Plan Especial dicta parámetros comunes para las ampliaciones permitidas por la normativa para mantener la homogeneidad del conjunto, y el tratamiento y diseño de los distintos elementos exteriores como carpinterías e instalaciones. También establece la eliminación de la vista de las unidades de aire acondicionado y la colocación de colectores solares o placas fotovoltaicas.