La paciencia tiene un límite. Y el del Ayuntamiento de Sevilla con la constructora Vías y Construcciones se ha agotado. A pesar de los reiterados llamamientos a la empresa para que iniciara las obras de construcción de viviendas sociales en la zona conocida como Los Pajaritos, la empresa ha hecho caso omiso.
Ante esta situación, al consistorio hispalense no le ha quedado otra salida que tomar la decisión de rescindir el contrato a la constructora por incumplimiento de contrato. La medida adoptada por los responsables municipales de Urbanismo deberá ahora ser ratificada mediante el pronunciamiento preceptivo del Consejo Consultivo de Andalucía, que también deberá evaluar las alegaciones presentadas por la empresa constructora tras haber sido notificada de la rescisión del contrato.
El contrato, adjudicado el pasado verano, tenía por objeto las obras de construcción de las nuevas viviendas sociales previstas en el Área de Tres Barrios-Amate/Barriada de Nazaret, conocida popularmente como Los Pajaritos, por incumplimiento del contrato imputable al contratista.
La decisión se adopta tras comprobar que, durante todo este tiempo, Vías y Construcciones no ha iniciado los trabajos, que debía haber iniciado a mediados de septiembre y, además, por no considerar válidos los razonamientos de la empresa contratista como justificativos de este incumplimiento.
En caso de que el dictamen del Consejo Consultivo de Andalucía sobre el expediente de resolución sea favorable, el Ayuntamiento de Sevilla se ha comprometido a iniciar el nuevo procedimiento de licitación a la mayor brevedad posible para que el contrato se adjudique cuanto antes.
El nuevo pliego, con las condiciones económicas y administrativas que rija la próxima licitación, incluirá unas cláusulas sociales -inexistentes ahora- que permitan que la empresa adjudicataria tenga que contratar a personas desempleadas de ese barrio, de manera que esta actuación se convierta también en una oportunidad de integración sociolaboral.
Igualmente, el consistorio se ha pronunciado a favor de modificar los criterios de adjudicación, de forma que se establezca una nueva regulación de las bajas que se producen en las ofertas que se presentan con respecto al presupuesto de licitación, a fin de que no se admitan bajas excesivas o temerarias que puedan no hacer viable económicamente la ejecución posterior de las obras, como todo indica que podría haber ocurrido en este caso.