Las fotografías e información de cada obra permiten saber cómo son los colegios, facultades, ambulatorios, hospitales, edificios administrativos, o iglesias del Movimiento Moderno ◦La Arquería de Nuevos Ministerios acoge desde este viernes hasta el 5 de septiembre esta muestra, fruto del trabajo de registro y documentación de la Fundación DOCOMOMO Ibérico.
Madrid. La sala de exposiciones del Ministerio de Vivienda, La Arquería de Nuevos Ministerios, acoge desde este viernes, 2 de julio, hasta el 5 de septiembre, la exposición Lugares públicos y nuevos programas, 1925-1965. Registro DOCOMOMO Ibérico, un acercamiento a los colegios, universidades, edificios administrativos, hospitales, parroquias e incluso conventos más destacados de la arquitectura moderna.
La muestra contiene una selección de 84 edificios dedicados a la docencia, la salud, la administración pública o la religión que se levantaron entre 1925 y 1965 en España, y también en Portugal, adoptando el lenguaje del Movimiento Moderno, en el que hallaron un aliado perfecto para responder a las nuevas exigencias que debían cubrir.
Cada obra se presenta mediante un amplio reportaje fotográfico, una ficha técnica y una memoria explicativa. El material pertenece a la Fundación DOCOMOMO Ibérico, que en su labor por catalogar el patrimonio del siglo XX de España y Portugal, ha elaborado un inventario de cerca de 600 equipamientos para la enseñanza, la administración, la salud o la religión realizados entre 1925 y 1965.
Un recorrido por los 84 equipamientos seleccionados para la exposición, muestra cómo, “al igual que pasó con las viviendas, los edificios destinados a infraestructuras cívicas sufrieron en España una profunda transformación a partir de la década de los años 20”, explica su comisaria, Susana Landrove, arquitecta y directora de la Fundación DOCOMOMO Ibérico.
“Mientras que el aumento de la población estudiantil y la introducción de nuevos métodos pedagógicos requerían la construcción de entornos más adecuados para la docencia; el desarrollo de las técnicas médicas y de los sistemas de sanidad pública modificó los programas de estos equipamientos, haciéndolos cada vez más complejos”, explica Landrove, y prosigue: “Los arquitectos encargados de levantar estos edificios cívicos encontraron en los principios funcionalistas y racionalistas del Movimiento Moderno la solución a estas nuevas necesidades, que exigían una ventilación y soleamientos adecuados, y una organización racional mediante la repetición de módulos con la mayor economía material y formal”.
De igual modo, añade, los espacios religiosos no escaparon de este lenguaje moderno y no dudaron en recurrir a nuevas técnicas constructivas y a materiales novedosos entonces: el vidrio, el hormigón y el acero.
También se dieron valiosos ejemplos de edificios institucionales, aunque son escasos, “quizá porque el poder no encuentra en las formas modernas los valores de monumentalidad y representatividad que exige”, concluye.
El 60% de los edificios son colegios y espacios para la enseñanza
De las 84 obras que se muestran, 52, esto es, más del 60%, pertenecen al ámbito de la enseñanza. El mayor porcentaje no se debe a una selección caprichosa sino que refleja el elevado volumen de edificios y complejos destinados a la docencia que se construyeron en aquellos años. Entre ellos, se halla el colegio Maravillas, en Madrid; la Ciudad Universitaria de Madrid; la Facultad de Geológicas y Biológicas de Oviedo; o la Facultad de Derecho -actualmente de Filosofía-, de Valencia.
Del resto, 18 edificios son religiosos, como la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Fuencisla, en Madrid; la iglesia y convento de Santa María de Belén, en Málaga; o la basílica de Nª Sª de Aránzazu, en Oñate (Guipúzcoa).
Los edificios correspondientes al ámbito de la salud son ocho, entre ellos, los sanatorios antituberculosos de Barcelona y Leza, el centro de rehabilitación Ramón y Cajal de Los Cristianos (Santa Cruz de Tenerife); o el ambulatorio Hermanos Laulhé de San Fernando (Cádiz).
En cuanto a los edificios institucionales, son sólo seis aunque de gran valor. Se ha recogido entre ellos el Cabildo Insular de Gran Canaria y el Gobierno Civil de Tarragona.
La Arquería de Nuevos Ministerios, en el número 67 del Paseo de la Castellana, permanece abierta de martes a sábado en horario de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas; y los domingos, de 10.00 a 14.00 horas.