El estudio de arquitectos ON-A ha diseñado un proyecto que propone re-naturalizar la zona del puerto de Barcelona y convertirla en un gran parque que conectaría el mar con la ciudad.
El proyecto, llamado ‘Parc Blau’, podrá visitarse en una instalación de realidad aumentada del 5 al 15 de mayo, durante la primera edición de Model. Festival de Arquitecturas de Barcelona.
La propuesta nace en el marco de la Capitalidad Mundial de la Arquitectura UIA-Unesco de Barcelona, en un ejercicio de reflexión y debate en torno a la arquitectura y el urbanismo para hacer frente a retos sociales, políticos y climáticos del futuro.
Con motivo de la celebración de Model. Festival de Arquitecturas de Barcelona, el estudio barcelonés de arquitectura ON-A, dirigido por Jordi Fernández y Eduardo Guitiérrez, presenta una nueva propuesta de transformación urbana en el puerto de Barcelona. El proyecto ‘PARC BLAU’ imagina un posible futuro para la zona que ofrece la oportunidad de renaturalizar el espacio, convertirlo en un parque, llenarlo de vida y permitir que los ciudadanos puedan disfrutarlo sin renunciar a los servicios actualmente establecidos en la zona.
El festival, que tendrá lugar entre el 5 y el 15 de mayo, está impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona y el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC), y tiene como objetivo transformar la ciudad en un espacio de reflexión que nos ayude a repensar cómo queremos vivir juntos a través de nuevos modelos de ciudad y nuevos imaginarios.
En este contexto tendrán lugar distintas actividades de arquitectura experimental, incluyendo la presentación del proyecto ‘PARC BLAU’ en una de las instalaciones de realidad aumentada que podrá visitarse en la estatua de Colón. Los ciudadanos podrán acercarse y visualizar in situ, con su teléfono móvil y un código QR, la propuesta del nuevo espacio urbano diseñado por ON-A.
PARC BLAU, EL REENCUENTRO DE BARCELONA CON EL MAR
¿Es posible transformar el puerto de Barcelona en un gran parque urbano? La propuesta no es solo una idea experimental para reflexionar sobre el futuro de las ciudades, es un proyecto que podría aplicarse y hacerse realidad.
Siguiendo la línea de Nou Parc, la idea presentada en 2020 por ON-A para convertir el estadio del Camp Nou en un gran parque de 26 hectáreas, este año el estudio presenta otro ejemplo de re-naturalización que permitiría a la ciudad de Barcelona ganar nuevos espacios verdes para los ciudadanos, creando un nuevo foco de ocio, cultura, biodiversidad y relajación para la ciudad. Un parque en el que pasear, nadar, correr, hacer deporte, tomar el sol o nadar, del que podrían disfrutar vecinos y visitantes, en el que la playa, el puerto y la ciudad se fusionan y se conectan en perfecto equilibrio.
El puerto de Barcelona ha sido una infraestructura que históricamente ha mirado hacia el mar, con un carácter bastante hermético, pensado para ofrecer servicios logísticos e integrado parcialmente al ocio y la cultura de la ciudad. La propuesta de ‘PARC BLAU’ propone abrir este espacio, repartir los servicios entre la plataforma logística y el Port Vell, permitiendo que éste se expanda hacia el interior de la ciudad, creando un nuevo y gran espacio urbano para el disfrute de los ciudadanos.
Actualmente, el 80% del perímetro del puerto es inaccesible por los ciudadanos, empezando en el Paseo de Colón, que se interpreta como una gran barrera arquitectónica que hace que la accesibilidad sea compleja o incluso inexistente en algunos puntos. En total, se extiende un perímetro de cerca de 9.500 metros, un 88% de acceso privado y solo un 12% destinado a acceso público. Todo este espacio tiene el potencial de convertirse en un gran parque capaz de descongestionar la zona y conectar los barrios adyacentes de Ciutat Vella, el Raval, Paral·lel y la Barceloneta.
En el marco del Model. Festival de Arquitecturas de Barcelona, ON-A anima a los ciudadanos y administraciones públicas a re-imaginar la zona y dialogar para marcar un plan a largo plazo que haga posible transformar la ciudad en un ejemplo mundial de cómo la arquitectura, el urbanismo y los servicios privados pueden coexistir en un mismo lugar sin renunciar a la comodidad, la sostenibilidad y el disfrute de la ciudadanía.
La propuesta se podría desarrollar en varias fases y estrategias. Por un lado, se modificaría la línea perimetral que separa el puerto de la ciudad, permitiendo el acceso a los ciudadanos a distintas zonas de ocio, restauración, cultura y administración. Por otro lado, se añadiría un gran paseo verde que conecte el nuevo perímetro y que recoja el flujo de todos los barrios adyacentes. A lo largo del paseo se distribuirían todas las actividades y servicios pensados para el ciudadano, tanto en tierra como en mar. La transformación daría lugar a un parque que además tendría un “lago” artificial al que poder llegar en piragua, pádel surf u otras actividades marítimas.
La ciudad de Barcelona ya vivió una gran transformación en 1992, cuando se recuperó gran parte del litoral y más de 10km de playas. Ahora se tiene la oportunidad de volver a realizar una gran operación que permita conquistar el perímetro de estos 10km de playa, convirtiendo Barcelona en una ciudad más verde y más inclusiva para el ciudadano y sus visitantes.
Según datos de l Open Data de Barcelona, Ciutat Vella es un distrito con una población de más de 104.507 habitantes, pero sólo tiene 74 Ha de zonas verde y 10.760 árboles. Es decir, un ratio de 0,10 árboles y 7m2 de verde por habitante. Según la OMS los valores mínimos para una correcta calidad de vida serían de 0,33 árboles/habitante y 10-15 m2 de verde/habitante.
La ciudad sigue teniendo una urgente cita con el futuro sostenible y debe renaturalizarse para sobrevivir y seguir creciendo. A día de hoy, Barcelona se puede definir como una urbe densa, congestionada y con una llamativa falta de grandes zonas verdes, más allá del pulmón externo que es la sierra de Collserola. Esta visión cobra más sentido que nunca tras la pandemia, que nos ha demostrado las contradicciones y carencias de la ciudad, resaltando la urgencia de aplicar nuevas ideas y desarrollos urbanísticos distintos e innovadores.
COLON-IZAR EL PUERTO DE BARCELONA
La transformación del puerto empezaría por el punto clave que da comienzo al perímetro: la escultura de Colón. Desde sus orígenes, la estatua ha sido testigo de cómo el puerto ha mirado prácticamente solo hacia el mar, dando servicio a todo lo que de allí venía y hacia allí iba. Colón se ha convertido en símbolo de esta dinámica, y nos muestra con su dedo índice el Mediterráneo, las actividades marítimas y el mar.
Sin embargo, con la ampliación del puerto de Barcelona se abre la posibilidad de que el Port Vell mire hacia la ciudad y que los ciudadanos colon-icen el espacio. La propuesta quiere llenar de vida el nuevo puerto, empezando por la escultura de Colón, que se convertiría en un gran Árbol Colon-izador, símbolo de la transformación y re-naturalización de la ciudad en el siglo XXI.
ON-A visualiza en su idea un gran árbol metálico, inspirado en la encina, el árbol más común de Catalunya, que tendría aproximadamente 100 metros de altura y albergaría una gran cantidad de vegetación. Alrededor del tronco se situarían unas plataformas elevadas totalmente accesibles que voltearían la estructura del árbol para que los visitantes puedan disfrutar de las vistas y de la biodiversidad.
El Árbol Colonizador se convertiría en el punto de acceso principal entre las Ramblas y el nuevo parque. Se trata de transformar un monumento icónico y dar origen a un nuevo símbolo que represente una nueva era de colonización: la del ciudadano hacía la propia ciudad, haciéndola suya y convirtiéndola en un espacio para disfrutar. El Árbol Colonizador, símbolo de la apertura del puerto a la ciudad, es un elemento lleno de biodiversidad que todos los ciudadanos pueden disfrutar y visitar.