Un chalé en el municipio de Guadalix de la Sierra se ha convertido en la primera construcción que cuenta con el ‘certificado Passivhaus’ en la Comunidad de Madrid, el estándar de eficiencia energética más estricto del mundo que acredita un alto nivel de confort interior, tanto en invierno como en verano, registrando unos consumos de energía mínimos. La denominada ‘vivienda pasiva’ posibilita ahorros de hasta el 90% en la factura de energía respecto a la construcción tradicional.
El certificado llega en plena celebración de la Cumbre del Clima, celebrada esta semana en París, donde se han abordado los criterios que, en los próximos años, deben exigirse en materia de vivienda para alcanzar los parámetros necesarios de sostenibilidad y calidad medioambiental.
En este evento se ha puesto en valor la importancia que tiene la vivienda en la lucha contra el cambio climático y el consiguiente aumento de la temperatura en nuestro planeta. La construcción de este tipo de viviendas se suma a las medidas, prácticas y efectivas, que se están llevando a cabo en la región contra el cambio climático y para reducir las emisiones que dañan el medio ambiente.
La casa de madera cuenta con 135 metros cuadrados, distribuidos en salón comedor, tres dormitorios, baño y porche, cuenta con estructura de madera de pino nórdico procedente de bosques sostenibles.
Además de las cualidades aislantes de la madera, los altos resultados en eficiencia energética se consiguen gracias a la combinación de diferentes técnicas como el diseño bioclimático, la instalación de un sistema de ventilación de doble flujo con recuperador de calor o el empleo de energía renovable, así como el empleo de la aerotermia para calentar el agua. También se han utilizado aislamientos ecológicos y ventanas de madera laminada con triple cristal
Este tipo de edificaciones optimizan las ganancias de calor y reducen al mínimo posible las pérdidas de energía de la vivienda en invierno, y actúan a la inversa durante la época estival. Es un edificio «energía cero» (EEC) con un consumo de energía neta cercana a cero. La energía proviene del propio edificio mediante fuentes de energías renovables.
La de Guadalix ha sido la primera vivienda que recibe este exigente certificado, pero en la Comunidad de Madrid confían en que no sea el último, gracias a la apuesta por la innovación tecnológica aplicada a la construcción de viviendas autosuficientes que se está promoviendo, con uso de energías renovables y materiales naturales reciclados.