El problema de aparcar en Bilbao, como en otras muchas capitales españolas, se convierte en muchos casos en toda una odisea. Y, en concreto, en la capital vizcaína los 54 aparcamientos promovidos por el Ayuntamiento en los últimos 45 años resultan a todas luces insuficientes para cubrir las necesidades de un parque automovilístico que no para de aumentar.
Un problema, el de buscar aparcamiento, que genera otro, ya que al no encontrar un sitio donde dejar el coche, los conductores continúan circulando en su búsqueda sumándose al tráfico urbano, y haciendo que este se sature y que la contaminación por emisiones de gases de los vehículos crezca en áreas metropolitanas, alcanzando niveles altamente preocupantes.
Por eso, con vistas a buscar fórmulas alternativas de gestión se han reunido expertos, en el marco de un encuentro sobre movilidad, para debatir acerca de qué camino seguir. Hasta ahora, la vía de la inversión pública costeada posteriormente con la venta de las plazas, con la reversión al patrimonio municipal tras un periodo prolongado de concesión de las plazas por parte de los residentes, ha resultado exitosa. Pero, en el futuro, puede haber otras alternativas, como la importancia creciente que, en los últimos años, están cobrando los parkings disuasorios.
Para las autoridades bilbaínas, encuentros como este se antojan claves para la elaboración del nuevo Plan de Movilidad Urbana, Sostenible y Segura en el que trabaja el Área de Circulación y Medioambiente.
De momento, y hasta que el referido plan esté aprobado, el Ayuntamiento de Bilbao ha destinado 200.000 euros para la elaboración de estudios y otros 700.000 más que, en 2016, servirán para acometer reformas en aquellos aparcamientos que lo requieran,.
En este sentido, se realizarán reparaciones relacionadas con filtraciones de agua en el aparcamiento de la Plaza Nueva, Kirikiño y en el Karmelo, y se mejorarán los accesos al de la plaza Jado.
Asimismo, en el aparcamiento Lehendakari Aguirre se instalará un ascensor para mejorar la accesibilidad de sus usuarios y se destinará una partida para mejorar las condiciones de las escaleras peatonales de determinados aparcamientos para adaptarse a las normas técnicas en materia de seguridad de utilización.