Tratando de buscar la mejora ambiental y la movilidad sostenible de la ciudad, el Ayuntamiento de Barcelona se ha planteado la posibilidad de unir dos líneas de tranvía, la del Trambaix y la del Trambesòs por la Diagonal, una de las principales arterias viarias de la Ciudad Condal.
De momento, el primer paso para llevar a cabo esta actuación se ha dado con el encargo de una docena de estudios técnicos a la sociedad Barcelona d’Infraestructures Municipals (Bimsa), de cara a ver cómo se puede encajar, desde el punto de vista urbanístico, el tranvía dentro de la Diagonal, y las alternativas que pudieran plantearse para llevarlo a cabo. También se intenta recabar información para ver la fórmula concesional más adecuada de cara a contar con una participación mayoritaria del sector público.
Además de estos estudios, la sociedad pública Bimsa también será la encargada de redactar los proyectos correspondientes y de llevar a cabo las actuaciones previas o complementarias, las asistencias y la ejecución de las obras de esta infraestructura.
A la hora de plantear este proyecto, uno de los aspectos a tener en cuenta es el estudio de la demanda y del funcionamiento de la red unificada de tranvía y la evaluación del impacto ambiental y de los servicios que pueden resultar afectados. Asimismo, se deberá hacer un informe de los emplazamientos más adecuados para las paradas de la nueva línea, de cara a facilitar el intercambio con el resto de medios de transporte público, tanto los autobuses como las líneas de metro y Cercanías.
El equipo dirigido por Ada Colau prevé que el desarrollo de esta infraestructura ampliará la capacidad del transporte público de la ciudad y que, por tanto, aumentará la demanda del uso de resto de transportes.
El desbloqueo de esta actuación se veía venir desde la primera reunión institucional que, a finales del pasado mes de julio, mantuvo la alcaldesa con el presidente de la Generalitat, Artur Mas. Aunque no se concretó en ese momento que la unión debía producirse de ambos tranvías debía producirse por la avenida Diagonal, existía el consenso de que es la alternativa más corta, más económica, con más demanda de pasajeros y con menos afectación al sistema de semáforos.
Unas 80.000 personas utilizan el tranvía -55.000 el Trambaix y 25.000 el Trambesòs-, y los estudios apuntan a que, si se unieran, se doblaría el número de pasajeros, ya que crearía un efecto red en toda el área metropolitana.