La fulgurante irrupción de las socimis en el panorama inmobiliario español, con la salida a bolsa en 2014 de cuatro grandes vehículos de inversión, sigue al alza. Pero algunas dudas empiezan a surgir en el horizonte.
No tanto por la captación de nuevos fondos de capital, que no parece estar encontrando grandes problemas, como por la rentabilidad que esos activos adquiridos puedan llegar a tener.
"Mario Draghi nos ha metido en un territorio muy peligroso, como quedó demostrado la semana pasada cuando el bund alemán se multiplicaba por ocho en cinco días", ha señalado Ismael Clemente, cabeza visible de Magic Real Estate y al frente de la gestión de la socimi Merlin Properties.
Invitado a una mesa incluida en un reciente foro de inversión, añadía Clemente que “Hay que andarse con cuidado porque estamos en un momento en el que dependemos excesivamente de los bancos centrales y no sabemos qué deriva se va a tomar a partir de 2016".
E iba más allá ante el planteamiento de seguir aumentando la cartera de activos. "Llegará un momento en que igual nos dedicamos solo a gestionar en lugar de comprar más activos con difícil retorno. Y esperar al siguiente ciclo", dejaba caer.
Palabras que venían a introducir algo de duda acerca de la dificultad que ya está suponiendo encontrar en España activos de calidad con la solvencia suficiente como para devolver el 10% que, en el caso de Merlin, se ha ofrecido de retorno a los inversores.
En la misma línea, Concha Osácar, al frente de Azora, la gestora de la socimi Hispania, ha mostrado máxima prudencia. “Hay que saber perder”, decía, para, a renglón seguido, reconocer que “los inversores tienen un tope y no pueden entrar a cualquier precio”. “Es probable que llegue un momento de salir y rotar activos para hacer caja”, añadía.
No obstante, Osácar reconocía siguen estudiando nuevas operaciones, con análisis de due dilligence por 200 millones de euros, en la confianza de que alguna de ellas salga en los próximos meses. Respecto a los intereses que Hispania tiene comprometidos con los inversores, Osácar apuntaba que están cuantificados en un 15% más un variable por objetivos.