Madrid. Todo se va al extranjero. El miedoso dinero que no se fía de los bancos españoles y que sale a ponerse a buen recaudo en otros lugares, los jóvenes, licenciados o parados de la construcción, en búsqueda de un porvenir que aquí se presenta muy negro –a pesar de lo que diga la ministra de Empleo, Fátima Báñez, acertadamente rectificada por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo–, y las empresas que tratan de logarar fuera el negocio que en España se antoja cada vez más inviable.
En esa salida al exterior, el Gobierno y hasta el propio Jefe del Estado, el Rey Juan Carlos, están tendiendo todos los puentes necesarios, allá donde sea, para impulsar la obtención de contratos para las empresas españoles, especialmente en el campo de las infraestructuras. Esta misma semana, durante un desayuno organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la ministra de Fomento, Ana Pastor, venía a hacer hincapié en este hecho.
“El éxito de las empresas privadas está ‘empujando’ al sector público empresarial a internacionalizar su actividad”, comentaba Pastor, quien ha señalado que ello está dando lugar a la constitución de consorcios mixtos donde concurren, aportando cada cual su valor añadido, empresas públicas y privadas, unidas con el mismo objetivo.
Hay que tener en cuenta que aquí en España, la austeridad está siendo la nota dominante y lo va a seguir siendo con ese futuro Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (PITVI), ya recortado en 80.000 millones respecto a las iniciales previsiones. Las últimas cifras conocidas vienen a certificar las consecuencias de la política de recortes. Entre enero y agosto, el Ministerio de Fomento y las empresas públicas del grupo adjudicaron contratos por 1.713 millones de euros entre enero y agosto, un 5,29% menos que en el mismo periodo de 2011.
Y en esas están las empresas, sobre todo constructoras, intentando sacar la cabeza en cualquier lugar del mundo donde sea posible. Así, no pasa un día sin que alguna de las grandes empresas nacionales anuncie un acuerdo para hacer lo que sea. OHL, por ejemplo, se acaba de adjudicar la construcción de una planta de energía solar fotovoltaica de 20 megavatios (MW) de potencia en Estados Unidos, el primer proyecto de construcción industrial que la compañía que controla y preside Juan Miguel Villar Mir logra en aquel país.
Con este proyecto, el grupo refuerza además su internacionalización y consolida a la nueva filial de construcción industrial que recientemente constituyó para posicionarse en ingeniería y construcción de proyectos industriales relacionados con el gas, el petróleo y otras instalaciones de generación de energía.