Madrid. Los bancos y cajas de ahorros tenían, hasta finales de junio, una morosidad de 181.000 millones de euros, de los que 70.000 millones correspondían a los activos inmobiliarios adjudicados, según el último informe de estabilidad financiera publicado por el Banco de España.
«La inversión potencialmente problemática del sector bancario en construcción y promoción inmobiliaria, incluye los activos dudosos, los clasificados como subestándar, los adjudicados y los fallidos», recoge el informe del regulador. Si se tienen en cuenta las genéricas constituidas en los negocios en España, la ratio de cobertura ascendería al 33%. No obstante, “existen diferencias en la exposición de las entidades al sector de construcción y promoción inmobiliaria y, por lo tanto, en la inversión potencialmente problemática y sus coberturas”.
El Banco de España reconoce que las pruebas de resistencia han mejorado la confianza de los inversores en el sector bancario español, aunque apostilla que, para seguir en esa línea, “sería conveniente que las entidades españolas destinaran mayores esfuerzos a informar a los participantes en los mercados sobre la situación de su inversión potencialmente problemática en el sector de construcción y promoción inmobiliaria, sobre las coberturas constituidas y sobre sus decisiones estratégicas para abordar los problemas que pudieran existir”, señala.
El Informe de Estabilidad Financiera constata que el crédito sigue estancado, debido a la debilidad de la demanda de familias y empresas y la cautela de las entidades a la hora de prestar, y que el ritmo de incremento de la morosidad se está ralentizando. En junio, el aumento de los activos dudosos fue del 17%, menor que en trimestres anteriores.
Ante la caída de los resultados, debida a la mayor necesidad de provisiones y al estrechamiento del margen del negocio bancario, el Banco de España pide a las entidades que incrementen sus esfuerzos para reducir los costes.